Melody ¿Krum?

Capítulo 45

Estiro el brazo y toco la puerta frente a mi del despacho de Snape.

-Pase -escucho su voz tras la puerta.

La abro con cuidado y entro cerrándola tras de mí.

-Melody, toma asiento, por favor -dice levantándose de la silla y señalando la que había frente a su escritorio.

Le hice caso.

-¿Qué quería, Profesor? -pregunto intrigada.

-Pues verás, -él respiró hondo y continuó- Dumbledore ha creído necesario que sepas la verdad.

-¿La verdad de que? -digo sin entender nada.

-Melody, yo soy tu padrino -dice mirándome con miedo a mi reacción.

-¿Mi padrino? -digo sorprendida.

-Así es. Tu padre quiso que el padrino de tu hermano fuera Sirius por lo que tu madre eligió el tuyo, yo -me explicó lentamente.

-¿Por qué no me lo querías decir? -digo triste.

-No pensaba que fuera una grata sorpresa, más bien todo lo contrario -dice un poco apenado.

-¿Por qué no me iba a gustar? Es mejor saber la verdad que vivir en una mentira, profesor -le digo sincera.

-No me digas profesor, Melody. Llámame por mi nombre si no estamos en clase -dice con una pequeña sonrisa.

-Esta bien, Severus -digo sonriéndole.

-¿Cómo vas con todo? -me pregunta-. He creído necesario, vista la circunstancia, expulsar a Astoria Greengrass. Ya no correrás ningún peligro, por lo que puedes volver a tu habitación y dejar la del joven Malfoy.

-Me alegra saber que puedo volver a mí habitación -digo feliz.

-Y a mi, no me gustaba que durmieses con Draco Malfoy -dice serio.

Yo me sonrojo y miro hacia mis manos.

-Iré a recoger mis cosas -digo levantándome.

-Está bien -dice levantándose conmigo-. Cualquier cosa que necesites puedes venir a decírmelo.

-Gracias, padrino -digo y le abrazo, acción que él corresponde enseguida.

Después salgo y me dirijo hacia la habitación del rubio.

-Hola -digo feliz entrando en su habitación.

-¿Y tan feliz? -dice sonriéndome desde la cama, dónde se encontraba tumbado.

-Astoria ha sido expulsada -digo mientras cojo mis cosas de la habitación-. Me lo acaba de decir Severus.

-Me alegra oírlo -dice feliz-. ¿Qué haces?

-Recoger -digo sin mirarlo-. Puedo volver a mí habitación, ya no hay motivo para seguir aquí escondida.

Esperé la respuesta de Draco pero no hubo ninguna. Asique me giré a verlo.

-¿Draco? -él estaba mirándome sentado en la cama-. ¿Estás bien?

-Sí, es sólo que me había hecho ilusiones de que te quedases conmigo -dice con una pequeña sonrisa.

-Lo siento -digo sonrojada-. Ahora vengo, voy a dejar las cosas en mi habitación.

-Te ayudo -dice levantándose y cogiendo el maletín.

Subimos a mi habitación y enciendo la luz.

Estaba completamente vacía. Draco hizo un esfuerzo por no reflejar la culpa en su rostro, pero no lo consiguió.