-Tom, ¿estás en casa? -pregunto cerrando la puerta detrás de mí.
Sus palabras me habían dejado completamente descolocada, ya sea por su sinceridad o por la manera en la que las había dicho. Como si verdaderamente fuera una desconocida para él. Me había dado escalofríos.
-Estoy en el salón -escucho vagamente.
Enseguida llego hasta él y me quedo de pie mirándolo. No sabia que decirle. Había estado ensayando un discurso de camino a casa pero se me había olvidado absolutamente todo.
-Siento lo que te he dicho -dice agachando la mirada ligeramente avergonzado-. No es un buen momento y lo he pagado contigo.
-Me gustaría que hablaras conmigo -murmuro yo-. Quizás podría ayudarte. O decirme tus dudas, o cualquier cosa -digo dando un paso hacia el-. Yo... te considero mi amigo y me gustaría que tú también me vieras como una amiga.
-Melody, yo ya te considero como una amiga -dice con el ceño fruncido mirándome de manera obvia-. Casi como una hermana, a pesar de todo lo que no se de tu vida. Se cómo eres, como actúas. No necesito saber el resto de los detalles. Lo que te he dicho... -hace una pausa para respirar y continua-, iba más por mi mismo. Yo también os he ocultado muchas cosas.
-Thomas, me da igual lo que estés ocultando -digo negando con la cabeza y avanzando hacia él-. Lo has dicho tú, no necesito saberlas.
-El año que viene es probable que me vaya del pueblo -dice de sopetón.
Yo lo miro sorprendida sin encontrar palabras para hablar.
-Un tío mío de Londres ha muerto y le ha dejado a mi padre su consulta allí -murmura frunciendo el ceño-. Él quiere que me vaya con él.
-¿Y tú que quieres? -murmuro poniéndome frente a él.
-No lo sé -murmura mirándome a los ojos-. Si me voy, venderá esta casa. Y tú...
-No te preocupes por mi -me apresuro a decirle poniendo mis manos en sus mejillas-. Olvídate de mi ahora. Lo que tienes que hacer es pensar que es lo mejor para ti, lo que quieres tú.
-Quiero estar contigo -murmura.
Yo retrocedo instintivamente abriendo mucho los ojos. Tom se da cuenta de lo que ha dicho y niega apresuradamente.
-No de esa forma -dice negando efusivamente-. Eres como mi hermana, no podría... no sabría estar ahora sin ti.
Yo respiro aliviada.
-Si te vas siempre podemos ir a vernos -digo animándolo-. Podría ir a visitarte, con los demás. O venir tu a donde quiera que este yo.
Él sonríe de lado.
-Tengo que darle una respuesta la semana que viene -murmura cabizbajo.
-Lo que decidas estará bien -le digo asintiendo-. Aunque he vivido en Londres, siempre llueve -digo con una mueca.
-Lo sé, he vivido toda mi vida allí -me recuerda-. Mis recuerdos no son mejores que los tuyos.
-Voy a darme una ducha -murmuro yo-. Dentro de un rato tengo que sustituir a Tyler en el bar.
Tom asiente y yo subo a la planta de arriba y tras coger el uniforme me metí a ducharme.
La verdad es que si el se iba no sabía que sería de mí. Ganaba dinero pero no lo suficiente como para permitirme una casa. Y no podía esperar depender siempre de alguien. Quizás era una señal. Quizás lo que debería hacer es volver con mi familia. Pero ¿y si no querían verme? ¿Qué pasaría si vuelvo y me odian? ¿Sí me dicen que me vaya, que ya no es mi sitio? ¿Acaso tengo algún sitio?
ESTÁS LEYENDO
Melody ¿Krum?
FanficA estas alturas ya no se ni por dónde empezar, así que seguiré el consejo de la abuela Krum y comenzaré presentándome. Soy Melody Potter, melliza de Harry Potter; pero conocida como Melody Krum, hermana de Víktor Krum. «Capítulos cortos»