-Lo siento mucho, Blaise –digo pasándole servilletas tras pasarse mi ataque de tos.
-Ya, ya, pero aquí el que tiene que ir a cambiarse soy yo –dice fingiendo un drama y poniéndose una mano en la frente de forma dramática.
-Pareces Malfoy creyéndote una diva –dice Pansy divertida provocando la risa de los demás y una mirada de odio por parte del mencionado.
Yo le sonrío acción que él me devuelve.
-Me voy a cambiarme –anuncia Zabini.
-Te acompaño a la sala común a ver si esta Theo –dice Pansy.
Ellos se van y Arizona también, ya que tenía que ir a la biblioteca a devolver unos libros.
Draco y yo fuimos a dar un paseo hasta que se hiciera la hora de entrar a clase. Llegamos a uno de los patios y fui a sentarme a una de las ramas de un árbol cuando los brazos de Draco me pillaron por sorpresa al atraerme hacia el dándome un abrazo por la espalda.
-Había echado de menos esto –dice apoyando su barbilla en mi hombro.
-Yo también –digo en un suspiro apoyándome en él.
-Te he echado de menos –dice girándome, quedando cara a cara.
-Y yo a ti –digo juntando nuestras frentes.
Él fue acercándose más; sentía como nuestras respiraciones chocaban mutuamente hasta que, finalmente, acortó los escasos milímetros que quedaban entre nuestras bocas.
-A partir de ahora las cosas se complicarán –me susurra separándose del beso.
-No quiero perderte –le susurro acariciándole la mejilla.
-No lo harás -dice mirándome-. Pero prométeme que este verano no vendrás a la mansión Malfoy bajo ninguna circunstancia.
-¿Por qué? -digo intrigada.
-Promételo -dice serio.
-Está bien, lo prometo -digo frunciendo el ceño-, pero quiero saber por qué.
-No te lo puedo decir -dice con una mueca de dolor-, pero debes confiar en mí.
-Vale -digo suspirando-. ¿Vendrás tú a la mansión Krum?
-Lo intentaré...
-¡Aquí estáis! -grita Zabini.
-¿A qué esperáis? ¡Vamos a pociones! -grita Pansy empujándolo.
Corrimos al aula y llegamos justo cuando Severus estaba entrando.
Nos miró y se hizo a un lado esperando a que pasásemos. Tras nosotros cerró la puerta con un gran portazo.
-Hoy es vuestra última clase del año, así que haréis un trabajo en parejas -Draco me miró y yo asentí en su dirección, Severus nos miró y añadió-, parejas que haré yo.
Suspiré frustrada junto con el resto de la clase.
-Draco Malfoy con... -miró a su alrededor y concluyó-, Ronald Weasley.
Me reí bajito de la cara que puso el rubio cuando Ron se sentó a regañadientes a su lado.
-Daphne Greengrass con Melody Potter -dice mirándome.
Me senté a su lado mientras Severus seguía nombrando las parejas.
A Pansy le tocó con Dean y al moreno con mi hermano.
-Sev... Profesor -digo corrigiéndome-, ¿en qué consiste el trabajo?
-Es muy sencillo, quiero que guardéis todos los libros y hagáis una poción que sepáis de memoria, lo cual imagino que os costará decidir cuál es porque os sabréis muchas, ¿no es así? -dice indiferente pero mirándonos de manera acusatoria.
Vi la cara de pánico de Harry y Blaise.
-Ah, como es un trabajo tan sencillo tras los exámenes -dice con cierto tono de diversión-, quién suspenda se le suspenderá el examen.
Mucha gente del salón de clases entró en pánico. Yo en cambio me relajé. Era buena en pociones además de que había estado leyendo el libro esperando al rubio y había una poción que me sabía especialmente bien.
Daphne me miró aterrada.
-Se me han olvidado todas -me susurra para que Severus no la oyera.
-No te preocupes, yo sé cual vamos a hacer -digo sonriendo.
-Podéis empezar -dice Severus dirigiéndose hacia su escritorio.
-Vamos -le digo a Daphne para que se levante conmigo a coger los materiales-. Tú coge hinojo, comino, acónito y ajenjo. Yo cogeré tisana, asfódelo, semillas de anís verde y raíz de Angélica... ¡Ah! Que no se me olvide coger también Bazo de tritón, sin eso estamos perdidas.
Daphne me hace caso y coge todas las cosas que le digo. Volvemos a nuestra mesa y veo a Daphne mirarme entre sorprendida y aterrada.
-¡¿Estamos haciendo amortentia?! -me susurra asustada. Yo asiento-. ¡Estás loca! Vas a hacer que nos suspenda. Se tarda semanas en prepararla, y eso suponiendo que la hagamos bien.
-Daphne, tranquila. Confía en mí -tenía un plan en mente y no iba a fallar. Siempre había querido hacer amortentia y está era mi oportunidad.
-Expulsaron a mi hermana por tu culpa, claro que no confío en ti -dice mirándome mal.
-Está bien -digo frustrada, solo nos estaba retrasando-. Yo también me estoy jugando mi nota, ¿de verdad crees que suspendería solo para que tú suspendas?
-Vale -dice entrando en razón-, es verdad. Pero como esto salga mal te vas a arrepentir.
Volvimos a ponernos preparar la poción y Daphne hizo todo lo que le pedí.
-Dame el bazo de tritón -le digo sin mirarla.
-Eso no está en los ingredientes -dice ella confusa.
-Lo sé, sabía que para que esta poción esté lista hace falta esperar unas semanas por lo que recordé la poción de envejecimiento que hicieron los gemelos para poder participar en el torneo el año pasado -confieso que no sabía si daría resultado ya que nadie lo había probado nunca-, así que investigué y me llevó al bazo de tritón, el ingrediente que necesitamos para que nuestra poción ¿envejezca? -digo no muy segura.
Ella me miraba alarmada y se negaba a pasarme el último ingrediente. Entonces se lo quité de las manos y lo añadí a la poción rezando para que saliese bien.
-Bueno -dice Severus levantándose-, ya ha pasado el tiempo, presentadme que habéis hecho.
Los primeros en ir fueron Harry y Blaise. Severus miró su caldero brevemente y después los miró a ellos.
-¿De verdad? -dijo él sin un ápice de sorpresa-. Suspendidos.
-Pero, profesor -se queja Blaise-. Lo hemos intentado pero...
-Pero nada -sentencia él-. Siéntense.
Así poco a poco fuero presentando sus trabajos y poco a poco fueron suspendiendo todos, a excepción de Hermione que formó equipo con un Slytherin.
Finalmente quedábamos nosotras, Daphne me miraba aterrada. Juntas lo llevamos hasta su mesa.
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Melody ¿Krum?
FanfictionA estas alturas ya no se ni por dónde empezar, así que seguiré el consejo de la abuela Krum y comenzaré presentándome. Soy Melody Potter, melliza de Harry Potter; pero conocida como Melody Krum, hermana de Víktor Krum. «Capítulos cortos»