Capítulo 99

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-He traído pizza -anuncia Clary cuando le abro la puerta.

-Genial, porque me moría de hambre -digo riéndome y dejándola pasar.

-Es que mis padres se han ido con mi hermano a visitar no sé qué y he pensado en venir aquí -explica sentándose en el salón y destapando la pizza-. ¿Y Tom?

-Hoy ha salido. Ha ido a casa de su padre por no sé qué cosa -le explico cogiendo un trozo-. Tenemos la casa libre.

-Uhhh -dice levantando su trozo de pizza.

-Voy a por unas cervezas -digo riéndome y yendo a la cocina mientras muerdo el trozo de pizza.

Cuando volví con las dos cervezas, Clary había puesto la tele.

-¿Sabes? Creo que mi hermano al fin le va a pedir matrimonio a su novia -comenta dejando su trozo de pizza en una servilleta.

-¿Es del pueblo? No sabía que tenía novia -digo sorprendida.

-No, no es del pueblo... realmente no se de donde es -dice frunciendo el ceño, luego se encoge de hombros-. Espero que celebren la boda en verano, seria horrible tener que buscarme un vestido bonito de manga larga.

Yo me río.

-Ni si quiera sabes si va a pedírselo o no y ya estás pensando en el vestido que te vas a poner -digo negando con la cabeza.

-Soy previsiva -dice orgullosa haciéndome reír más.

-¿Y qué te ha hecho pensar que vaya a pedirle matrimonio? -comento cogiendo otro trozo de pizza.

-He visto un recibo de una joyería en su habitación -dice encogiéndose de hombros.

-¿Y no has pensado que tal vez sea un collar o unos pendientes? -digo divertida-. O incluso puede que sea un anillo para ti o tu madre.

-Solo el tiempo lo dirá -dice encogiéndose de hombros-. ¿Encendemos la Xbox?

-Sabes que Tom nos lo ha prohibido expresamente -digo riéndome-. La última vez borramos por error la partida que tenía guardada, y cuando digo borramos quiero decir que borraste la partida.

-Fue un accidente -dice ella riéndose.

-Bueno, pero por eso la tenemos vetada -digo divertida.

Clary suspira frustrada pero se resigna y continuamos cenando, viendo la tele, donde estaban haciendo un programa bastante absurdo al que apenas preste atención y me dedique a estar sumida en mis pensamientos.

-¿Te enteraste de la última de William? -murmuro yo masticando mi último trozo.

-Lo dudo, Tyler hace tiempo que dejo de contarme lo que ocurría porque sabe mi opinión -dice ella con cansancio-. ¿Qué ha hecho?

-Se presentó en el bar borracho -le informo-. Al señor Bin no le gustó nada. Tyler tuvo que llevárselo porque armó una buena.

-Es que ese chaval es subnormal -dice ella enfadada-. Y Tyler aun consiente que le trate así.

-La verdad es que si -le concedo yo-. Debería darle puerta cuanto antes. No creo que sea muy sano para el estar siempre así.

-Es que, tía, le trata fatal -insiste Clary-. Es un maldito controlador y un celoso. No deja a Tyler hacer nada. Si sale de fiesta tiene que ir con él y siempre a su lado. Ah, y que no lo vea hablando con otro que la tenemos. Lo único que no ha hecho aún es levantarle la mano. Pero como se le ocurra hacerlo te juro que lo mato.

-No creo que lo haga -murmuro yo. Clary estaba muy cabreada y comenzaba a dudar de que hubiera sido buena idea comentar nada de William-. Tyler al final se cansará y lo dejará. Ya verás.

-¡He traído pizza! -grita Tom entrando en la casa.

Yo miro a Clary y ambas estallamos a carcajadas.

-Deberíais haberos puesto de acuerdo -digo riéndome.

-Oh, no sabía que estaba Clary -dice Tom dejando las pizzas al lado de la caja de la nuestra.

-Ni yo que ibas a volver a cenar, te hubiera avisado -le digo haciéndole hueco en el sofá.

-Bueno, podemos congelar una para otro día -dice encogiéndose de hombros-. La otra me la como yo. ¿Qué veíais?

-Ni idea -digo encogiéndome de hombros, Tom me mira divertido.

-Un programa nuevo -dice Clary a la vez.

-¿No habéis encendido la Xbox? -dice mirándonos con los ojos entrecerrados.

-Nos dijiste que no y no lo hemos hecho -digo alzando las manos.

-Muy bien -dice riéndose-, si queréis jugar un rato adelante.

Clary casi se lazó hacia la tele para encenderla. Tom y yo estallamos a carcajadas.

-¿Dónde habías ido? -pregunto bebiendo un trago de mi cerveza.

-Estaba con mi padre -dice desviando la mirada.

-¿Todo bien? -le pregunto y el asiente ligeramente. Decido dejar el tema.

Cuando se trataba de Tom y su familia, era un misterio. Lo único que sabía era que su padre era medico ya que me había tratado cuando me encontró. En alguna ocasión había intentado hablar con el sobre su familia o porque no había vuelto a Londres pero el rápidamente esquivaba la pregunta y cambiaba de tema. Tampoco es que yo le insistiera demasiado ya que no tenía ningún derecho a obligarle a contarme cosas que yo misma ocultaba.

-Bueno, ¿quién juega? -pregunta Clary dejándose caer en el sofá con los dos mandos.

Estuvimos jugando un par de horas más hasta que Clary se fue a su casa. Tom y yo decidimos acostarnos porque ya era tarde, pero la verdad es que me costó mucho poder conciliar el sueño.

Me levanté de la cama y abrí el primer cajón de la cómoda, sacando una cajita. La abrí sacando los gemelos de serpiente que había comprado a la misma vez que el regalo de Tom.

No sé ni porque lo hice. Me recordaron a Draco y su cumpleaños era en un par de días. Supongo que fue un impulso. Pero ahora no sabía que hacer con ellos.

Me senté nuevamente sobre la cama, con la cajita aterciopelada en las manos. Cogí uno de los gemelos y lo acaricié con las yemas de los dedos. Eran de plata, con una pequeña piedra preciosa de color verde a modo de ojo. A Draco le encantarían. Me mordí el labio y me limpié una lágrima. ¿Dónde estaría ahora? ¿Cómo estaría?

Me pasé la mano por el pelo, suspirando. Deje de nuevo el gemelo dentro de la caja y la cerré. Abrí uno de los cajones de la mesita de noche y lo cerré con cuidado de no hacer ruido.

¿Estará con alguien? Esa duda me mataba. Al menos yo no conseguía, ni conseguiría, poder olvidarlo. No podría estar con otra persona. Tampoco quería. Pero él quizás sí. Quizás ya había pasado página. Fui yo quien lo abandonó. Quizás me odiaba, quizás ni siquiera quiera volver a verme.

-Lo siento, Draco -susurro a media voz mirando al techo, notando como lágrimas calientes recorrían mi rostro-. Lo siento.

Melody ¿Krum?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora