Un Camino Juntas (Terminada)

Parte 11: Un nuevo día

POV CALLE

Sentí el sol entrando por la ventana de nuestra habitación dirigido a mi rostro, abrí mis ojos tallándolos despacio para poder observar bien, Poché se encontraba abrazada a mi como un coala me pareció tan tierno, estaba totalmente desnuda recordé todo lo que había sucedido unas horas atrás ¡cómo olvidarlo! Pensé en medio de una sonrisa.

Intente zafarme de su agarre para levantarme al baño, quería mojar un poco mi rostro para refrescarme y despertarme un poco más, moví mi pierna dando espacio para poder mover un poco mi torso y sentí como abría un ojito diciéndome:

Poché: ¿A dónde vas amor?

Calle: Bebé necesito ir al baño...

¡Jmmm! Pujo soltándome, para luego decirme...
Poché: si no vuelves pronto iré a buscarte y te traeré a punta de besos, ¿entendiste Daniela Calle?

Calle: ¡Entendí mi amor!, dije colocando mi mano en la cabeza como soldado.

Ella solo sonrío para luego nuevamente cerrar su ojito.

Me levanté para ir al baño, al llegar a este tome una bata para cubrir mi cuerpo y espantar un poco el frío que sentía, moje mi rostro y después de unos minutos salí, al mirar a Poché estaba completamente dormida nuevamente, decidí salir de la habitación para preparar el desayuno yo estaba muriendo de hambre y me imagino que ella debía estar igual.

Me dirigí a la nevera y vi fresas, cerezas y moras, pensé en hacer un desayuno saludable, así que use los frutos rojos para hacer una malteada, de la lacena tome masa para panqueques y tome mis figuras de cocina, había uno perfecto en forma de corazón, preparé la masa y coloque el sartén a fuego lento, cuando la mantequilla estaba en su punto coloque la figura en el sartén y vertí la masa para panqueques, ¡Bien! Sonreí al ver que estaba perfecto hice unos 5 aproximadamente, tome un recipiente para emplatar la comida y coloque 3 panqueques de corazón en el plato de Poché vertí la jalea que le daba el toque mágico de sabor y para complementar coloque trocitos de fresa, ¡Guala quedo perfecto!, serví las malteadas y me dirigí a la habitación.

Al entrar a la habitación Poché se movió un poco en la cama para luego decirme:
Poché: ¡Te demoraste mucho ya iba a traerte a punta de besos!, dijo con los ojos aun cerrados.

Solté una risa diciendo...
Calle: ¡Rayos y centellas debí demorarme más!, pero amor ni siquiera te diste cuenta cuando salí del baño, más bien abre los ojos tengo algo para ti...

Poché abrió sus hermosos ojos para mirarme con el desayuno en manos y de ella salió una gran sonrisa, ¡su perfecta sonrisa!

Poché: ¡Amor! está perfecto, te quedo increíble el desayuno, ¿cómo supiste que estaba muriendo lentamente de hambre?, dijo con emoción.

Sonreí diciéndole...
Calle: Porque con la faena que tuvimos anoche no era para menos, debes alimentarte para ser grande y fuerte, o ¡solo fuerte!, solté una gran carcajada.

Poché: ¡Ay amor tu siempre tan chistosa!

Poché: Bebé están hermosos los panqueques y el desayuno esta espectacular, al menos una de las 2 sabe cocinar, porque si no ¡en verdad moriríamos de hambre lentamente!, dijo en tono de suspenso.

Sonreí diciéndole...
Calle: Amor recuerda que hoy tenemos una cita con mis padres a las 2 de la tarde y ya son las 11:30, así que apúrate a llenar tu pancita.

Poché: ¡Es cierto bebe!, se me había olvidado, yo quería arrunchis dominguero, dijo pronunciando un puchero.

Calle: Amor que te parece si te ofrezco mi arrunchis en la noche, ¿trato?

Me miró fijamente con sus ojos verdosos para luego decirme...
Poché: ¡Trato amor!, dijo guiñándome el ojo.

Calle: Me matas de amor.

Poché: ¿Y si te mato de deseo y apunta de orgasmos?, dijo pícaramente.

Calle: ¡Ay amor! no hagas eso, sabes que no puedo resistirme a tus encantos y tenemos una cita con mis padres.

Poché: ¡Sí!, ¡sí!, ya se, entraré al baño para arreglarme, te amo grito mientras cerraba la puerta del baño.

Luego de un rato estábamos listas para salir de casa, tome a Poché de la mano dándole pequeños besitos en su mano mientras esperábamos el ascensor, al abrirse las puertas entramos y oprimimos el botón que nos direccionaría la sótano, al llegar solté a Poché para buscar la llave del auto, al encontrarla oprimí el botón de desbloqueo de las puertas e ingresamos al auto, lo coloqué en marcha  saliendo de aquel sótano nos despidiéndonos de Carlos el portero y luego de 30 minutos ya estábamos frente a la casa de mis padres haciendo sonar el timbre.

Mientras esperábamos que aquella puerta se abriera le robaba pequeños besos a mi mujer ella sonreía, luego de unos segundos mi mamá abrió la puerta saludándonos con ese entusiasmo que la caracteriza.

Mafe: ¿Niñas cómo están?

Poché: ¡Bien Mafe!, contesto Poché.

Calle: ¡Bien mami!, conteste brindándole un beso en su mejilla.

Mafe: Sigan tu papá y Juliana las están esperando en el comedor ya voy a servir el almuerzo.

Entre risas y variados temas nos encontrábamos almorzando, Juli nos contaba cómo le estaba yendo en su trabajo con la fundación "sonrisas para ti", todos estábamos muy sorprendidos por lo que nos contaba, pero parecía que Poché estaba pensando en otra cosa, lo malo era que esa cosa en la que estaba pensando era...

Era en ¡mí!

Sentí como debajo de la mesa coloco su mano en mi pierna, mientras jugaba con sus dedos haciendo círculos en ella, no quise prestarle mucha atención porque hace mucho no compartía tiempo con Juli, pero Poché insistió tanto a tal punto que sentí como subió su mano tocando mi centro por encima del pantalón, rápidamente fije mi mirada en ella haciéndole saber que tenía que parar en ese momento.

Pero ella...

MoPaMa10