Un Camino Juntas (Terminada)

Parte 34: Un puto día más

POV POCHE

El sol entro a mi habitación por las pequeñas hendiduras de las cortinas, no quería levantarme de nuestra cama aún se encontraba su olor sobre las cobijas, mi cara estaba tan hinchada por tanto llorar que no me reconocía la verme al espejo.

Era tan extraño ya no sentirme viva, sabía que mi corazón latía pero ahora solo latía por inercia, aquel puto día deje de existir.

Estando tirada en la oscuridad de mí mundo sentí unos pasos ingresando a la habitación.

Valentina: ¡Hermana arréglate!, pronto debemos salir...

Poché: ¡Déjame en paz!

Valentina: ¡Poché todos te están esperando abajo!, te necesitamos con nosotros...

Poché: ¡Que me dejes en paz maldita sea!, dije gritando y empujando a valentina fuera de mi habitación, al cerrar las puerta caí sobre mis rodillas y el llanto nuevamente se hizo presente en mí.

Valentina: ¡Poché por favor!, solo quiero estar contigo...

Escuche una voz acercarse a la puerta y era German:
German: ¿Que pasa vale?

Valentina: ¡Poché está mal!, dijo mientras de ella salía un gran suspiro acompañado de un llanto.

German: ¡Déjame un momento a solas con ella!, en unos minutos bajaremos.

Sentí como valentina daba unos pasos alejándose de mi habitación y escuche la voz de German diciéndome:

German: ¡Pequeña ábreme!

No recibió respuesta de mí, así que apoyo su frente a la puerta y en medio de un suspiro me dijo:

German: ¡Sabes!, recuerdo cuando Daniela se enojaba tanto conmigo que me cerraba la puerta de su habitación dejándome fuera de ella y lo único que yo podía hacer era quedarme parado tras la puerta de su habitación y susurrarle aquella canción:

"Y pensar que te cargaba en mis brazos el día de ayer, recordar toda la alegría que me has traído y mirar en el ser hermoso que te has convertido, como si de arriba me dieron demasiado, como un regalo que no merecí.

Como si jamás te me marcharás, ojalá pudiese pedirte que ya por favor no crezcas más y tal vez no sepas que yo me levanto por ti, que a veces si te falta algo no puedo dormir, mi anhelo es mirarte siempre en bendición.

Siempre serás mi pequeña"

German: ¿Y sabes que me contestaba ella?

Una sonrisa de dolor se hizo presente en mi rostro y abrí la puerta para decirle:
Poché: ¡Sí!, ella te contestaba con una canción que dice:

"Cada deseo que tú me adivinas, cada vez que ríes, rompes mi rutina y la paciencia con la que me escuchas y la convicción con la que siempre luchas, como me llenas como me liberas
quiero estar contigo si vuelvo a nacer.

Le pido a Dios que me alcance la vida y me dé tiempo para regresar, aunque sea tan solo un poco de lo mucho que me das, le pido a Dios que me alcance la vida para decirte todo lo que siento gracias a tu amor"

Lo abracé con todas mis fuerzas y le dije:
Poché: ¡German!, no me alcanzo la vida para decirle todo lo que sentía gracias a su amor, la extraño tanto, rompí en llanto.

German: ¡Lo sé pequeña!, yo también la extraño mucho pero tenemos que ser fuertes, no te quiero perder a ti también, dijo mientras salían unas lágrimas de sus ojos.

German: Hoy te necesito junto a mi tomándome la mano, no puedo hacer esto sin ti Poché, nadie puede hacer esto si tu no estas con nosotros.

Lo miré mientras las lágrimas rodaban por mis mejillas, mi corazón dolía tanto que llegaba al punto en que dejaba de sentir y luego de nuevo ese dolor que me apuñalaba hasta lo más profundo de mi ser, como aquel puñal que se robó mi mundo.

Poché: ¡Vamos!, susurre.

Tome su mano y salimos de mi habitación, al llegar a la sala todos estaban en un completo silencio con sus ojos totalmente cristalizados.

German: ¡Es hora de irnos!

Todos se levantaron y nos siguieron, en cuestión de minutos nos encontrábamos en el cementerio, mi corazón latía tan veloz que sentía que me moriría físicamente porque espiritual y sentimentalmente ya estaba muerta.

El Padre llego e inicio su oración, al terminar todos empezaron a lanzar flores a su ataúd, yo simplemente no lo podía creer y perdí el control.

Poché: ¡No!, por favor no la entierren, esto es una mentira, ¡German!, ¡Mafe! por favor díganme que esto es una mentira.

Me abrace a su ataúd y todos intentaban apartarme, cuando lograron retirarme luego de luchar con todas mis fuerzas German dio la orden para que iniciaran a lanzar la tierra que la cubría poco a poco.

Poché: ¡Suéltenme!, déjenme por favor, no amor tú no estás muerta, abre tus ojitos por favor.

No puedo vivir un puto día más sin ti Daniela, no puedo soportar una eternidad sin ti, dije mientras mis rodillas chocaban contra aquel pasto.

Poché: ¡Nooooo!

MoPaMa10