Un Camino Juntas (Terminada)

Parte 116: Un Camino Juntas

14 meses después – 10 de Diciembre

POV POCHÉ

No había podido dormir, mis ojos se negaban a cerrarse y los constantes pensamientos que rondaban en mi mente no me ayudaban sentía la necesidad de descansar, pero el mundo entero se detuvo a mí alrededor y lo único que podía escuchar era mi propia respiración y mi corazón latir, camine un poco por la habitación tomando mi celular para así dirigirme al balcón de aquella habitación ubicada en el piso 16.

Al abrir la puerta corrediza del balcón una ola de calor inundo mi rostro haciéndome sentir como la vida me acariciaba lento y pausado, sin poderlo evitar mis ojos se llenaron de lágrimas, me sentía totalmente nostálgica, ver el sol saliendo por el horizonte dando sus primeras caricias al mar era lo más mágico que Dios me había permitido vivir.

Tome asiento y me dispuse a ver como las aves recorrían las aguas de mar de la Isla de San Andrés, esa mezcla de colores de azul me hacía sentir en un mundo paralelo, la unión del azul del cielo con el azul de mar y luego el toque naranja del sol era la maravilla natural más increíble que había observado.

Cerré mis ojos unos instantes y respire hondo dándole calma a mi alma para luego dedicarme a escuchar las olas del mar chocando contra las rocas y los sonidos emitidos por las aves, en mi concentración unos ojos avellana se cruzaron por mi mente, mi corazón se aceleró y una sonrisa se marcó en mis labios.

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Toque varias veces la puerta esperando una respuesta, el número 315 de esa habitación se había vuelto lo que más veía en el último mes.

Abrí la puerta ingresando a la habitación y observe a Daniela sentada en la cama con lágrimas en los ojos.

Poché: Amor, ¿estás bien?

Sus ojos se enfocaron en mí y un inmenso suspiro salió de su boca.

Calle: Podrías abrazarme por favor.

Me acerque a ella y rodee su cuerpo con mis brazos deje un corto beso en su cabeza y me aferre aún más a ella.

Poché: ¿Qué pasa mi amor?

Calle: Me siento frustrada – levanto un poco su rostro de mi cuello – quiero caminar por sí sola, me siento inútil, las terapias no están funcionando.

Poché: Mi amor, has avanzado mucho o necesitas que te recuerde que antes no podías ni siquiera mover tu cuerpo sola, paciencia mi amor, paso a paso iremos superando esto.

Calle: No quiero que te amarres a mí...

Poché: Shhh – coloque mi dedo índice sobre sus labios acariciándolos con ternura – no estoy amarrada a ti y si ese fuera el caso yo misma apretaría más los nudos para nunca alejarme de ti.

Una pequeña sonrisa apareció en su rostro, seque las lágrimas que aún se escapan de sus ojos y uní mis labios con los suyos.

Calle: Quiero salir ya de esta clínica,- susurro sobre mis labios - estoy cansada de la comida insípida que dan aquí, puedes creer que extraño tu comida – una sonrisa pícara apareció en su rostro – extraño todo de casa.

Poché: Oye amor que mala, siempre intento que la comida quede rica para ti – un puchero apareció en mi boca – te despertaste muy quejona Daniela Calle.