Cap. 13

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Y el fin de semana había llegado.

Una chica de cabello color zanahoria estaba subiendo hasta el tercer piso de un edificio, su objetivo era el apartamento que tenía el número 302.

Misty estaba frente a aquella "pequeña habitación". Sus brazos y piernas temblaban de forma un poco exagerada, parecía como si estuviera teniendo un dilema de tocar o no tocar la puerta. La ex miembro del club de natación había conocido al que vivía en ese apartamento en el transcurso de la semana y para aclarar no lo había conocido de una forma normal.

Ella había dejado hospitalizados a los del consejo estudiantil e inclusive, había sido capaz de lastimar a cierto reportero. Pero el que vivía en el apartamento 302 le había puesto un alto y la había hecho recordar el verdadero motivo por el cual se había unido al club de natación.

— No tiene nada de extraño que lo venga a ver un sábado ¿cierto? —Se decía a sí misma mentalmente— que lo venga a ver no quiere decir que me sienta atraída por él y que deseo verlo todos los días ¿cierto? —una batalla interna estaba comenzando— solo lo saludaré, eso no es extraño, ni que viniera para que salgamos en una cita ni nada por el estilo. Así que tocaré la puerta, esperaré a que abra y así pueda decirlo hola.

Pero pasaron unos cinco minutos en que ella parecía una estatua frente a la puerta.

— ¡Solo toca la maldita puerta! —Se gritó mentalmente.

Escuchó unos pasos.

Misty giró su cabeza hacía su lado derecho y notó que desde el fondo del pasillo una extraña jovencita de cabello castaño claro se estaba dirigiendo a donde ella estaba.

Una blusa un poco ajustada sin mangas de color celeste y falda roja era lo que la castaña llevaba. Unas calcetas que hacían juego con la blusa y unos sencillos zapatos deportivos. A simple vista, Misty pudo percatarse de la belleza que emanaba de la chica de ojos azules y por alguna razón eso le dio una muy mala señal.

— ¿Disculpa? ¿Vienes a ver a Ash? —Preguntó con curiosidad la recién llegada.

— ¿Eh? —A Misty le costó como 10 segundos procesar esa información— ¡oh!, ¡Si vengo a verlo!, es solo que no sé si se encuentra —Una muy buena excusa se le había cruzado por la mente— ¿Tú también vienes a verlo?

— Así es, tiendo a venir los fines de semana para que hagamos juntos las tareas que dejan —respondió muy tranquilamente mientras tocaba la puerta.

— ¿Viene los fines de semana a que hagan juntos la tarea? —El mal presentimiento de Misty iba en aumento— ¿Eres su mejor amiga o su novia? —Por alguna razón esa última palabra le costó decirla.

— Solo soy su compañera de clases —se escuchó una respuesta con un tono de voz bastante normal.

— ¿Una compañera de clases que viene todos los fines de semana a hacer la tarea con él? —Aun con esa respuesta el mal presentimiento de Misty no desaparecía.

Escucharon una voz que les pidió que esperaran y a los segundos la puerta fue abierta.

Tanto Misty como la extraña estudiante se preocuparon al ver a Ash con sus brazos vendados y con un ligero corte en su mejilla derecha que ya se había cerrado. Al parecer se le veía de mal humor mientras su cabello parecía estar más alborotado de lo normal. A simple vista parecía como si hubiese tenido una pésima noche, y así había sido pero ellas no sabían absolutamente nada de ello.

— ¿Leaf? ¿Misty? —Preguntó mientras se frotaba su ojo izquierdo— ¿Qué sucede?

— ¿¡Qué fue lo que te ocurrió!? —La primera en saltar con esa pregunta fue la del cabello de zanahoria.

VINCULOS IRREALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora