En un Mundo donde las Pokebolas han desaparecido
Para poder interactuar con las criaturas llamadas pokemon, se ha creado una marca de nacimiento que se les coloca a los bebes recien naciods, con esta marca las personas puede formar un vinculo.
Un c...
— Dos crean la materia y tres crean el espíritu para dar forma al mundo
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Esa Frase fue la detonante para que comenzara el combate entre aquel estudiante y la extraña asesina. El abrigo que la cubría se desvaneció como si el viento mismo lo hubiese desintegrado dejando al descubierto su apariencia. Un pantalón blanco, zapatillas rosadas y una blusa de tirantes de color rosa un poco más oscuro que el de las zapatillas además de llevar unas franjas negras en vertical. Su cabello era de un color claro y su mirada fría como la de cualquier criatura de tipo hielo. Lo más extraño en ella eran unos objetos que parecían pesados los cuales llevaba en sus muñecas.
Ash se mostró preocupado pero aún así no bajó la guardia ya que sabía que al menor descuido todo podía acabar para él.
— No entiendo cómo alguien tan insignificante puede hacerle frente a una especie tan superior como la nuestra.
— ¿Una Tenshi con aires de grandeza? —Sonrió con nerviosismo al darse cuenta que los extraños objetos en sus muñecas comenzaban a emitir un brillo verdoso— ¿acaso piensas atacarme con una horda de Pokémon que estén vinculados a ti?
— ¿Hacer un vinculo con esas bestias?
Aquella pregunta sorprendió a Ash.
La forma en que la joven mujer lo observaba era de cierta forma similar a como Gary y Cynthia observaban a las personas "comunes", pero algo que la diferenciaba de ellos era que esa mirada estaba acompañada de desprecio, asco o repudio, Ash no podía describirlo pero era algo similar a alguna de esas sensaciones.
El cuerpo del estudiante fue cubierto por un extraño brillo haciéndolo levitar nuevamente para luego hacer que se elevara unos seis metros.
— ¡¿Oye qué crees que haces?!
— ¿Debería matarte haciéndote caer desde una gran altura? No... una basura como tú debe morir de una forma más dolorosa.
— ¡No sé qué tienen en contra de mí pero no soy el tipo de persona que ustedes creen!
— Yo no pienso igual que Flannery de acabar con los que representen una amenaza para nosotros, no pienso igual que la enana de vengarme de aquellos que pueden hacernos frente. Yo solo quiero demostrarle a la humanidad que los Tenshi son el pináculo de la evolución máxima... y que yo estoy aún por encima de los Tenshi.
Esa forma de hablar tan altanera y aterradora, esa mirada tan llena de repudio y odio eran solo alguna de las señales que los sentidos de Ash le estaban dando. Se había enfrentado a Misty y a Lyra, dos Tenshi que no podían controlar su poder y se dejaban guiar por las emociones del miedo y la ira. Se había enfrentado a Volkner un Tenshi que quería probarse a sí mismo que aún era un ser humano, a Flannery una chica quien quería demostrar que con ellos no se puede y con Roxie quien solo quería castigar a aquellos que los desafían y quieren acabar con su existencia. Pero esa oponente, esa mujer que estaba frente a él era diferente. Su forma de pensar era como...
