Cap. 83

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Se encontraba en la bañera mientras se dejaba llevar por el agua que rodeaba su cuerpo... y por el afectuoso abrazo de una mujer.

Ash Ketchum era un niño bastante risueño, dispuesto a ayudar a sus amigos y por eso mismo siempre se metía en problemas haciendo que su madre recibiera quejas de su profesora, pero aún así no reprendía a su hijo, al contrario, lo felicitaba por lo valiente que era al defender a sus amistades.

Era un día tranquilo como cualquier otro y como era ya costumbre para Ash, había llegado de clases solo a meterse a la bañera con su madre para que disfrutaran ambos de un relajante baño.

Delia Ketchum era una mujer optimista, alegre y quien le sonreía a la vida sin importar los problemas que esta le tirara en la cara. La mujer había podido sacar adelante a su hijo ya que por azares del destino y deseos de este escritor su esposo había muerto cuando el azabache solo tenía 4 meses de vivir en el vientre de su madre. Las causas de la muerte eran desconocidas pero muchos aseguraban que el hombre tenía tan mala suerte que por eso mismo le había caído un rayo en seco a plena luz del día ocasionando así su muerte.

La causa de la muerte de aquel pobre hombre la verdad no le importaba a nadie y esperamos que a los lectores tampoco... se habla en serio con este tema.

Ash estaba muy relajado estando en los brazos afectuosos de su madre quien era bastante o mejor dicho demasiado cariñosa con él, tanto que a la dueña de aquel edificio le daba algo de temor.

— ¿Qué tal tu día hijo? —Preguntó la afectuosa madre.

— Todo estuvo bien, aunque Gary otra vez salió con una de sus tonterías y lo terminé golpeando —el niño se veía bastante tranquilo con lo que había dicho.

— Ash, no siempre se solucionan las cosas a base de golpes, habrán momentos en donde te darás cuenta que hablar es mejor que golpear.

— Para mí los golpes son más sencillos para que alguien entre en razón.

— Quisiera que este momento durara para siempre —por alguna razón la mujer abrazó con mayor fuerza a su hijo.

— Mamá... me estás topando mucho tus... tus...

— ¿Mis pechos? —Preguntó con tranquilidad la mujer sin saber que su hijo estaba ruborizado— vamos si los has visto tantas veces y los has probado que ya ni vergüenza debería darte el sentirlos cerca de ti.

— Mamá no hables de esa forma... es extraño.

— Oh... tal vez estás tan nervioso porque quieres probarlos otra vez —el tono de voz de Delia se volvió aterradoramente seductor— soy tu madre y sabes que haré todito lo que mi bebé me pida.

— ¡Ya estoy muy grande como para querer probarlos!

— Cuando pienso que alguien día vendrá una "Vulpix" hija de su "Ditto" madre para arrebatarme a mi pequeño siento un gran temor —Delia aumentó la fuerza en aquel abrazo— Ash por favor no busques novia nunca en tu vida —suplicó la mujer.

— Pero mamá... algún día me terminarán gustando las niñas y terminaré pidiéndole a alguna que sea mi novia... es algo inevitable.

— No seas cruel con tu madre... si yo te quiero más de lo que cualquier mujer te podrá llegar a querer... si quieres puedo ser yo tu novia.

— Eso sería raro.

— Que no te importe lo que la sociedad pueda decir —Ash aún cuando era un niño sabía que no estaba bien lo que su madre decía pero a ella parecía no importarle mucho eso— Ash quiero darte un hermanito sabes, pero... —Delia se comenzó a comportar de forma melosa mientras hacía que su hijo se diera la vuelta y hacía que apoyara su rostro en aquellos hermosos senos—...para ello necesitaré tu ayuda.

VINCULOS IRREALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora