Cap. 14

868 77 27
                                    

— Me han dicho que tu hermana solo fue el lunes a clases, ¿es eso cierto?

Una joven de cabello azul oscuro estaba en lo que parecía ser un inmenso salón, su mirada mostraba completa seriedad, mientras parecía ser que había alguien frente a ella.

— La verdad no sabría responderte —Platina evadió por un instante la mirada de aquella persona que la estaba interrogando.

— ¿Y eso por qué? —Una dulce y un tanto relajante voz era escuchada en todo el salón, había algo en esa persona que ponía nerviosa a la de ojos azules.

— Porque no soy su niñera ni tampoco su guardiana para saber lo que hace a cada momento. Ella es libre de hacer lo que le dé la gana.

— No eres buena mintiendo. Te conozco demasiado bien para saber que la estas cubriendo... bueno, era de esperarse, después de todo ustedes son hermanas.

La persona hizo un ademán indicando que ya no requería de los servicios de Platina, haciendo que la joven dejara aquel salón. Al salir hizo una mueca de completo disgusto mientras a un lado de ella estaban dos sujetos de trajes oscuros quienes la observaban con algo de preocupación.

Esos tipos no eran otros que los "guardianes" personales de la joven Berlitz. Se decía que ellos le eran leales hasta la muerte, y las preocupaciones de ella, eran sus preocupaciones.

— ¿Qué piensa hacer ahora señorita Berlitz? —Preguntó uno de los grandes guardianes.

— Ustedes hagan todo lo posible porque "los otros" no vayan a revelar el lugar donde está Dawn, si "ella" descubre el lugar en el que se encuentra, es capaz de traerla a rastras —con esa orden, la refinada estudiante del instituto Pétalo de Luna decidió darle inicio a una larga semana de estudios.

En el famoso apartamento 302 se encontraba un Ash quien parecía dormir en su tan deliciosa y reconfortante cama, aunque lo raro era ver que el reloj marcaba un poco pasada las 12 del mediodía y en un día lunes. El motivo por el cual el azabache no se preocupaba por sus clases era porque valientemente había decidido no asistir y aprovecharía todo el día en dormir en aquella superficie acolchonadamente ortopédica.

Sentada a un lado de la cama se encontraba cierta joven de cabello largo de color azul quien llevaba una blusa sin mangas de color negro (que para aclarar le quedaba ajustada), una falda rosada y unas largas medias negras. Al lado de ella estaba una jovencita castaña de corto cabello peinado en dos graciosas y pequeñas coletas quien llevaba puesto su ya conocido overol azul con su camisa roja y largas calcetas blancas.

— ¿Está bien que no haya ido a clases? —Preguntó la conocida Tenshi que manipulaba el viento.

— No lo sé, pero no soy quien para juzgarlo ya que ya llevo cinco días sin ir a clases —respondió de forma monótona la de ojos azules mientras tenía el control remoto del televisor en su mano y buscaba algo bueno para ver.

En el área del balcón se encontraba la rata de pelaje amarillo. Al parecer, el Pokémon deseaba un poco de aire fresco, mientras esperaba la hora del almuerzo, o por lo menos a que su entrenador despertara para que se animara a prepararle algo, ya que había llegado al punto en que las sopas instantáneas lo habían aburrido. Era de esperarse que se aburriera, si prácticamente almorzaban y cenaban siempre lo mismo desde que Dawn se había ido a vivir con ellos.

Lyra observaba de vez en cuando a una muy aburrida Dawn, mientras ladeaba de vez en cuando su cabeza. La ojiazul se dio cuenta de que era observada de una forma bastante analítica y decidió preguntar el motivo por el cual era observada de tal manera.

VINCULOS IRREALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora