Cap. 80

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Todos dormían en la oscuridad de aquella noche. Nadie sospechaba que cierta joven había decidido entrar a la habitación de un chico llamado Ash... salvo una persona quien se levantó para ir a hablar con él. Al momento en que se dirigía a aquel cuarto, notó la presencia de una hermosa señorita de cabello castaño quien entró sin dudarlo un segundo. Platina se dirigió a la puerta y acercó su oreja para intentar escuchar lo que estaba ocurriendo, pero no se escuchaba nada más que el movimiento de la cama.

— ¿Qué diablos estará haciendo ella ahí adentro? —Pensó con enojo mientras su mente volaba a gran velocidad— ¿Acaso Ash la citó? ¿Acaso piensan consumar su amor en este viaje? —Muchas preguntas comenzaron a invadir su mente.

— Le... Le-Leaf....

Ash estaba completamente ruborizado mientras veía a aquel hermoso ángel a quien tenía encima. Leaf por su parte lo veía con seriedad pero sus mejillas estaban teñidas de un color rojizo. Había algo en el ambiente, algo que generaba incomodidad y nerviosismo. El roedor no estaba al tanto de lo que sucedía ya que dormía profundamente mientras por alguna razón soñaba que en un universo alterno era acosado por una conejita yandere.

— ¿Q-qué haces aquí? —Se intentó levantar pero su compañera de clases lo retuvo con sus manos.

— ¿Desde cuándo nos conocemos? —Preguntó sin perder aquella seriedad.

Leaf había estado al lado de Ash durante tanto tiempo, lo había animado y según sus conocidos, ella fue de gran ayuda en aquellos días en los que él lo resolvía todo a base de golpes y buscando pleitos en los callejones. Lo que ellos no sabía era que alguien se había repesado contra la puerta y se había sentado mientras escuchaba atentamente sus voces.

— Desde el jardín de niños... creo.

— Tú... Gary y yo hemos estado juntos desde ese entonces.

— Así es... pero ¿Por qué se te ocurrió pensar en el pasado en estos momentos?

— Siempre te he ayudado en lo que he podido. Te hacía compañía todas las tardes luego de clases cuando perdiste a tu madre. No me separé de tu lado cuando te volviste un buscapleitos idiota. Pero ahora... siento que nos hemos distanciado... siento que no te estoy siendo de utilidad.

Ash se sorprendió al momento en que aquellos hermosos ojos de color zafiro comenzaron a humedecerse.

— Leaf....

— Me siento... me siento tan inútil... tan impotente al no poder serte de gran ayuda... yo... yo....

Desde que Ash se involucró en el tema de los Tenshi la joven sintió como poco a poco su compañero de clases se distanciaba de ella, con el pasar de los días la distancia se hacía mayor. Leaf sintió que solo cubrirlo en las clases no era suficiente, quería darle un apoyo mayor. No, la verdad era que deseaba con toda su alma el hecho de volver a ser la única persona en quien pudiera confiar. Pero ahora en la vida de aquel estudiante había muchas personas, todas le brindaban su apoyo e inclusive seis de ellas vivían en su apartamento.

Eran solo compañeros de clases, entonces, ¿Por qué sentía celos de las demás chicas? ¿Por qué deseaba ser la única?

Ni siquiera eran amigos, ninguno lo aseguraba o tal vez en el fondo ambos sentían vergüenza de decir eso, tenían miedo de que su relación de ser solo compañeros avanzara y esta no funcionara provocando que se terminaran alejando. Leaf no quería alejarse de Ash y aquel estudiante tampoco deseaba separarse de su compañera... de su querida compañera de clases.

— Óyeme cuando te digo que me has ayudado —Ash sonrió mientras le limpiaba las lágrimas a Leaf— recuerda que me salvaste de Sabrina cuando intentó hacerme explotar en el aire. Además gracias a ti mis notas están en el promedio, me divierte mucho cuando salimos aún si solo vamos a comer un helado. Tú haces que sienta como el pesor en mis hombros disminuya.

VINCULOS IRREALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora