Cap. 26

686 66 27
                                    

Escuchaba murmullos y solo veía la oscuridad.

Ash Ketchum era un estudiante de 16 años con una vida aburrida, aun cuando tenía la llamada Marca de nacimiento jamás se había animado a hacer un vínculo con algún Pokémon, nadie sabía el motivo de ello, salvo dos personas o a lo mucho tres personas. Su vida dio un giro de 180 grados cuando se vinculó con un roedor eléctrico quien era su peor enemigo y todo para salvar a una chica quien tenía una vida muy diferente a la de él (y no solo se habla de estatus social), además de entrarse en el extraño mundo de unos seres catalogados como ángeles o Tenshi como a Gary Oak le gustaba decir.

De un día para otro terminó viviendo con una Tenshi a quien adoptó como hermana menor y con dos hermosas gemelas quienes le hacían de cierta forma la vida imposible.

Ash recordó todo ese resumen por una sola razón.

— ¡Mira como te dejaron plebeyo!

— ¿Quién te hizo esto hermano? ¡Juro que lo cortaré en dos con una fuerte corriente de aire!

— ¡Ash abre los ojos por favor! ¡No nos dejes!... si lo haces ¿Quién me dará de comer?

Abrió los ojos y vio a tres hermosas chicas no mayores de 14 años, dos de ellas eran como dos pequeñas gotas de agua, mientras que la tercera chica se diferenciaba no solo por su corto cabello castaño o sus ojos que eran como avellanas, sino también por la extraña aura que generaba.

Parecía como si las chicas se le fuesen a tirar encima y esto solo causó la impaciencia en aquel joven quien tenía vendados los brazos y su rostro tenía una que otra bandita.

— ¿Cómo supieron que estaba aquí? —Fue lo primero que preguntó el azabache mientras intentaba sentarse.

— ¡Ni siquiera intentes levantarte! —Era difícil de creer que Platina estuviese tan preocupada por él, pero al empujarlo para que se volvería a recostar solo ocasionó que alguna que otra herida que él tenía se abriera.

— Auch... aun no me han dicho cómo se dieron cuenta que estaba hospitalizado —solo porque las chicas estaban ahí Ash no se puso a llorar por el dolor que lo aquejaba.

Para su sorpresa e inclusive para sorpresa de Platina y de Lyra, la joven de cabello azul llamada Dawn "se sentó encima de él". Tener encima aquel pequeño y lindo cuerpo hacía temer a Ash porque algún instinto animal despertara pero intentó suprimirlo no solo para no perder el gran cariño que tenía con Dawn, sino también por su propio bien porque si la mayor de las Berlitz y la Tenshi se daban cuenta que "algo había despertado" lo terminarían matando.

Aun con aquel acto tan descarado, Dawn veía con enojo a su gran héroe.

— Presentí que algo malo te había ocurrido... ¿a dónde fuiste anoche?

— Eh... fui a caminar y me golpearon unos vándalos... ¡sí, eso es! —Ash ya no se preocupó por el instinto animal, estaba más preocupado porque no descubrieran la verdad.

Para sorpresa de Dawn, una especie de "mano invisible" la tomó de la cintura y la arrojó al suelo. La causante de esa anomalía había sido la Tenshi del viento quien en esta ocasión decidió tomar la palabra.

— No nos mientas, ¿crees que no sé cuándo alguien igual a mí ha atacado? —El azabache tragó saliva al sentir aquella mirada tan penetrante.

— Además, desde ayer estabas actuando muy extraño, debes de tenernos un poco de confianza plebeyo.

El tono de voz de Platina era altanero y su mirada mostraba altanería en su pura esencia. Lo que ocasionó que un frío y extraño silencio invadiera la habitación de paredes blancas fue que por alguna razón la Berlitz de cabello azul oscuro se encontraba sentada encima de Ash, ni siquiera se habían dado cuenta en qué momento se había subido encima de él.

VINCULOS IRREALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora