Cap. 19

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Un silencio aterrador invadía el inmenso salón.

Platina observaba a su alrededor con la intención de encontrar una posible salida, pero todo estaba bloqueado. Ash y Pikachu seguían sin bajar la guardia ya que esa sensación de alguien acechando no había desaparecido. La científica por su parte se acomodó el flequillo de su cabello para luego chasquear sus dedos.

El chasquido alejó todo el silencio mientras resonaba en forma de eco, un eco que era escuchado inclusive afuera de la mansión

— ¡Hay que irnos ahora mismo, Lyra! —Dawn tomó del brazo a aquella castaña de graciosas coletas mientras comenzaba a jalarla.

— ¿Pero por qué? —La Tenshi por su parte se veía bastante confundida al notar la expresión llena de temor de la joven Berlitz.

Solo dieron unos cinco pasos cuando la tierra comenzó a sacudirse. Lo mismo estaba ocurriendo en el interior de la mansión.

Ash y Pikachu sentían que el peligro iba aumentado mientras que la rubia seguía fija frente a ellos.

Del centro mismo del salón apareció una criatura, prácticamente había destruido el suelo para poder abrirse paso. Platina comenzó a temblar y el azabache se percató de ello. Lo que él no sabía era que afuera de la mansión había ocurrido lo mismo. Tres criaturas del mismo tipo estaban frente a Lyra y Dawn. La Tenshi se sintió intimidada al ver a esos dragones, pero sabía que no podía contar con la ayuda de su hermano mayor y ella era la única que tenía "el poder" para proteger a la ojiazul.

Un poderoso rugido hizo que el Pikachu se preparara para un duro combate.

— ¿Te puedo hacer una pregunta? —La rubia habló con gran tranquilidad mientras frente a ella estaba un Pokémon del tipo dragón.

— ¿Qué quieres? —Ash comenzaba a sudar al ver a esa criatura quien parecía ser de un alto nivel.

— ¿No notaste que los de seguridad no andan consigo a sus Pokémon?

Ash arqueó una ceja ya que no sabía a qué venía esa pregunta.

— Eso se debe a que esa cosa que tienes frente a ti no conoce lo que es la compasión —la temblorosa voz de Platina hizo que Ash comenzara a temer lo peor.

— Cuando conocí a "Garchomp" mi curiosidad se despertó con una sola pregunta —solo hasta ese momento Cynthia mostró una sonrisa, pero dicha sonrisa aterró a la rata y a su entrenador

— ¿Qué pasaría si llevamos al limite el salvajismo de un Pokémon?

El entrenador de cabellos negros comenzó a analizar al dragón de color morado oscuro mientras este extendía sus brazos que poseían "aletas" y rugía con ferocidad. Llegó a un punto donde se dio cuenta que la criatura tenía una especie de collar rodeando su cuello.

— Instalé un pequeño aparato que estimula a Garchomp volviéndolo completamente salvaje, al hacer esto, no hay nada que limite su fuerza. Probé el mismo aparato en otros tres y funcionó tan bien. Ellos me obedecen y atacan a cualquier persona que yo les indique... pero no es lo mismo cuando ven a un Pokémon.

— ¿Por qué dices que no es lo mismo? —Ash y Pikachu tragaron saliva ya que temían por escuchar esa respuesta.

— Porque cuando Garchomp ve a un Pokémon, sea quien sea... él lo atacará hasta matarlo —la que había respondido no había sido Cynthia sino que Platina— por eso los de seguridad no llevan consigo a sus Pokémon porque ya antes se ha dado ese incidente —esas palabras fueron como un detonante ya que el dragón se lanzó sin piedad contra Pikachu.

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