Cap. 66

516 48 8
                                    

Se encontraba en aquel pequeño apartamento, yacía sentado viendo televisión mientras sus brazos y su frente estaban envueltos en unas vendas, cerca de él se encontraban cinco chicas observando con completa molestia, pero no lo observan a él, aunque estaban enojadas con él. Aquella persona no era otra que Ash Ketchum, un chico común y corriente quien se había involucrado en una situación no tan común y corriente, situación que había involucrado a seres con aspecto humano pero que tenían habilidades que iban más allá de la comprensión y la lógica del hombre. Ash había podido luchar o sobrevivir contra aquellos seres, pero su último combate no lo logró ganar, ya que ese combate lo libró alguien a quien nadie esperaba.

— ¿Cuándo piensas soltarme? —Preguntó con algo de incomodidad y una difícil sonrisa mientras su Pikachu yacía sobre su cabeza.

— Nunca —respondió la persona que lo tenía aprisionado del brazo mientras parecía una niña quien está cuidando con recelo a un juguete.

— ¿Ella es el Tenshi más peligroso y monstruoso de todos? —Se preguntó la roquera de cabello blanco mientras veía con enojo a una joven mujer de cuerpo envidiable.

— Ya dinos qué le hiciste para que cambiara tan drásticamente Ash —habló Flannery, la Tenshi del cabello de fuego.

Habían pasado solo 3 días y Ash ya estaba metido en otra peligrosa situación.

Con la captura de Lance, Gary llegó a la conclusión de que dejaría en libertad a Sabrina pero que a cambio se quedara a vivir con Ash para que él la tuviera bajo control. A la Tenshi psíquica le gustó tanto la idea que desde que había llegado no se había soltado del brazo de aquel estudiante. A la que alguna vez fue un peligroso monstruo no le importaba para nada que el azabache fuese unos años menor que ella, Sabrina lo quería de cualquier manera.

Por su parte Lance se encontraba encerrado mientras colgaba de una oscura y húmeda habitación que tenía más talla de ser un calabozo. La temperatura del lugar era siempre fría y los grilletes que lo aprisionaban estaban hechos de un material que absorbía la electricidad de su cuerpo para que no pudiera generar algún medio de escape. La cantidad de agua que le daban era mínima para que tampoco la usara como arma. El Tenshi dragón, sabía que Gary era de cuidado pero jamás se imaginó que lo sería para tanto.

Ese día el joven científico estaba frente a él mientras se acababa su taza de chocolate caliente. El castaño comenzó a hablar contra aquel líder caído mientras se podía ver perfectamente su aliento por causa de la baja temperatura.

— Si ustedes hubieran decidido hablar conmigo por las buenas, no hubiéramos llegado a este punto.

— Si hubiéramos hablado contigo los cuatro estaríamos en diferentes celdas en estos momentos —sonrió mientras tiritaba un poco el pelirrojo— que suerte que las chicas están libres... eso me alegra mucho.

— En serio eres igual que él —habló en voz baja— dime realmente por qué tomaste esta absurda decisión de matar a Ash. Ya te diste cuenta que así como él, hay también otros que pueden frenarlos a ustedes.

Gary observó de reojo atrás suyo para dejar en claro que afuera de aquella prisión se encontraba Trip, el ninja fotógrafo silencioso que le había puesto un alto a uno de los Tenshi más peligrosos.

— Tomamos... no, tomé esta decisión porque pensé que sería la más correcta. Si matábamos al chico que había podido vencer a más de nosotros en poco tiempo, las personas o los que supieran de nuestra existencia nos dejarían en paz.

— Esa fue una decisión tonta, porque si mataban a Ash... lo único que conseguirían sería ganar más enemigos.

— Entonces le haríamos frente a esos enemigos... si fuese posible yo acabaría con todos ellos por el bien de los nuestros.

VINCULOS IRREALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora