Cap. 18

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Pikachu se colocó delante de su entrenador mientras sus mejillas comenzaban a generar ligeras chispas eléctricas. Platina no se separaba de aquel azabache mientras que este observaba fijamente a la mujer que estaba frente a ellos.

Cynthia no dejaba de ver la destrucción que se había ocasionado en la sala principal para que luego le prestara toda su atención a la joven Berlitz. Platina se sintió intimidada porque sabía muy bien que la rubia estaba molesta aun cuando su expresión serena no lo demostraba.

— ¿Tú eres con quien mi hija estuvo viviendo la semana pasada? —Le preguntó al azabache.

— ¿Y qué si lo soy?

— Veo que has venido para llevártela de nuevo. ¿Sabes que lo que estás haciendo se llama secuestro?

— No me la estoy llevando en contra de su voluntad —Ash intentaba mantenerse lo más sereno posible, tenía que esconder la inseguridad que lo invadía al estar frente a esa mujer.

— Platina ¿Cómo puedes permitir que ese insensato se quiera llevar a tu hermana lejos de nosotras?

— ¡Él al igual que yo, cree que lo mejor para Dawn es que se mantenga muy lejos de ti!

— Eres tan cruel —por alguna razón Cynthia comenzó a sollozar mientras evadía la mirada de Platina— ¿Por lo menos sabes "lo que te estás llevando contigo"? —Rápidamente su expresión volvió a ser sería mientras observaba en esta ocasión al azabache.

— Gary me dijo que en el campo de la genética tú eres toda una "campeona".

— ¿Gary? ¡Oh! Así que conoces al nieto del renombrado viejo Oak. Dicen que él es todo un geniecillo —Cynthia dio dos pasos adelante y esa fue una señal para Pikachu quien liberó un ligero rayo que iba dirigido hacia ella, aunque la mujer lo único que hizo fue hacerse a un lado para eludir el ataque— veo que conoces el origen de mi hija. Además me di cuenta que te llevaste unos documentos que son esenciales para mi investigación.

Ash hizo una mueca de disgusto, ya que se percató que Cynthia en todo el tiempo había fingido estar dormida, inclusive pensó que tal vez ella había arrojado al suelo esos papeles a propósito.

— ¿Por qué hiciste algo como eso? —Preguntó lleno de seriedad.

— ¿Qué opinas Platina, le digo o no? —La de cabello azul oscuro ignoró a Cynthia mientras la impotencia era notoria en su rostro— la explicación va para largo... ¿tendrás tiempo para escucharme?

— ¡¿Entonces piensas decirle?! ¡Pero tú misma dijiste que esto era algo secreto, que ni siquiera tus superiores sabían! —la joven Berlitz parecía sorprendida con la decisión que había tomado su tutora.

— Platina, él ya sabe que Dawn no es una original, así que no le veo nada de malo que sepa lo demás... total, al final siempre tendré que matarlo.

Ash al escuchar eso tragó saliva. No sabía si había sentido miedo por lo que la mujer había dicho o por la forma tan serena en que lo había dicho. Cynthia no le dio importancia al azabache y sin preocupación alguna se fue a sentar en los primeros escalones que daban al segundo piso de aquella gran mansión.

— Todo comienza con la marca de nacimiento. Como bien saben, está hace que el corazón de una persona se vincule con el corazón de un Pokémon y como resultado este se vuelve su compañero. Claro que antes que existiera la marca, estaban las ya extintas Poke-ball. Bueno, la marca de nacimiento tiene un gran defecto pero antes de ir a ese punto les hablaré un poco sobre mí.

Antes que Cynthia pudiera continuar hablando, un fuerte ruido sacudió el grueso muro metálico haciendo que la rubia alzara una ceja, mientras preguntaba qué Pokémon estaban usando para intentar derribar aquella barrera.

VINCULOS IRREALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora