Cap. 53

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— ¿Qué prefieres? Que vaya allá y acabe con todo aquel que se me cruce por el camino o... que vengas tú a mi pequeño lugar de juegos para que nada malo le ocurra a tus seres queridos.

Llevaba puesta su ropa de uniforme mientras aún se sentía agotado. Su cuerpo temblaba y sentía que en cualquier momento iba a caer, pero no se podía dar el lujo de descansar en plena calle, tenía que encontrarse con aquella Tenshi quien le había hecho una amenaza de forma telepática. A su lado se encontraba cierto roedor de pelaje amarillo quien había acudido al llamado hecho por la marca de nacimiento. Ash observó el gran edificio que estaba frente suyo, sabía que no era rival para Sabrina, pero debía hacer hasta lo imposible para detener o frenar a aquella joven mujer quien al parecer había sido consumida por el deseo de superioridad.

— Me alegra que hayas venido pequeña rata —sonrió con dificultad.

El roedor lo observó con seriedad en su rostro pero sus ojos denotaban preocupación. Lo que más temía aquel Pikachu se había hecho realidad... Ash comenzaba a agradarle a tal grado de ya considerarlo un valioso amigo. si Pikachu hubiera tenido alguna clase de poder telepático, se hubiera dado cuenta que aquel sentimiento ya era mutuo.

Todos buscaban a Ash por los alrededores del hospital más no sabían que él estaba bastante alejado del área. La única quien sospechaba dónde podría estar se encontraba encerrada en el apartamento 303. Flannery se había liberado de aquella poderosa fuerza psíquica y golpeaba con todas sus fuerzas la puerta, pero esta estaba reforzada por aquella energía.

— Estando tan lejos y es capaz de hacer eso... ella no debería ser catalogada como un Tenshi... más bien debería de ser llamada una Akuma.

— ¿Cómo haremos para dar con él? —Mientras Flannery combatía contra la puerta, cierta jovencita de cabello azul se detuvo mientras interrogaba a su hermana.

— Conociéndolo debe de estar luchando otra vez con esa loca —respondió Platina mientras su rostro denotaba frustración.

— ¿Y si le preguntamos a mamá? —La de cabello oscuro parpadeó un par de veces con aquella pregunta para luego sacar su teléfono.

Platina rápidamente marcó al número de aquella elegante y gran mansión. La bata de aquella científica comenzó a vibrar por causa de aquel aparato electrónico haciendo que la mujer de cabello rubio saliera de la tina del baño (para aclarar un poco, se estaba bañando completamente desnuda y siendo censurada por el vapor del agua caliente). La mujer se acomodó el cabello mojado y contestó el teléfono.

— ¿Diga?

— Pensé que estarías dormida.

— ¡Pero si es mi linda hija Platina! —Habló de forma melosa la mujer— ¿cómo están tú y tu hermana? Ese idiota no ha intentado propasarse con ustedes ¿verdad?

— ¡No hay tiempo que perder hermana! —Cynthia se extrañó al escuchar el grito de Dawn.

— ¿Ocurre algo?

— No hay tiempo para explicaciones, podrías ayudarnos a encontrar a As... digo al plebeyo.

— ¿Se perdió?

— ¡Por favor no hagas preguntas y ayúdanos!

— De acuerdo, de acuerdo, solo dame unos minutos.

Ash estaba subiendo por el ascensor hasta el último piso. Pikachu estaba acumulando electricidad estática en su pelaje. La puerta se abrió cuando ya habían llegado al piso número trece. Ash comenzó a ver borroso pero aún así intentó mantenerse firme. Salió y notó que el lugar era amplio, no había nada salvo las enormes ventanas que dejaban al descubierto que todo estaba rodeado por enormes edificios. En una de aquellas ventanas se encontraba la Tenshi de las extrañas muñequeras mientras observaba el edificio de al lado.

VINCULOS IRREALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora