Cap. 81

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Se encontraba en la orilla de la playa sintiendo la brisa marina, el sonido de las olas golpeando la arena era tan reconfortante para aquel joven quien llevaba puestos unos pantalones cortos de un tono azul claro y una camiseta blanca. Ash Ketchum había despertado a tempranas horas del día para poder disfrutar de un espectacular amanecer en aquella orilla.

Meditaba sobre todo lo ocurrido con los Tenshi además de lo que había ocurrido en la noche con cierta castaña quien por causa de la misma presión se había dejado llevar por sus emociones. Ash quería a Leaf y aceptaba que no era nada difícil enamorarse de ella. Pensó que si tal vez la escena de esa noche se hubiera dado antes de todo el incidente en el que se terminó involucrando, posiblemente en ese momento ellos serían mucho más que solo compañeros de clases.

— Es tan relajante, debo admitir que Platina tuvo una muy buena idea al pedir que viniéramos a este lugar —pensó mientras sentía como el viento acariciaba suavemente su cabello.

— Vienes tan temprano para comenzar a deleitarte con la hermosa vista que nos ofrecerán los ángeles dentro de un par de horas.

Para su sorpresa cierto chico de cabello rubio oscuro o sucio se encontraba sentado a su lado mientras comía un trozo de sandia.

— ¿En qué momento llegaste?

— No tengo mucho. ¿Quieres un trozo? —acercó un plato con muchos trocitos que había aparecido "mágicamente entre medio de ambos".

Ash tomó un trozo grande y le dejó ir una enorme mordida.

— Y dime ¿Ya consumaron su amor Leaf y tú?

Esa pregunta bastó para que el azabache se comenzara a ahogar con el trozo que se había llevado a la boca.

— Tienen suerte que solo yo me di cuenta. Si alguna de las otras chicas se hubiera enterado, te hubiera ido muy mal.

— ¿Y por qué me hubiera ido mal a mí?

— Porque tienes muy mala suerte hermano —observó de reojo al azabache para luego dirigir su mirada hacia el horizonte— creo que no sería correcto que le dijera que la mayor de las Berlitz también se dio cuenta de lo ocurrido— pensó con seriedad.

Siguieron comiendo sandía y contemplando el paisaje hasta que dieron las nueve de la mañana y se veía que el lugar comenzaba a verse un poco concurrido.

— ¿Y bien hermanito menor qué opinas?

Trip dejó de comer su último trozo de sandia al ver a la hermosa mujer que se había colocado frente a ellos con un seductor traje de baño de dos piezas de color negro. Tanto el rubio como el azabache se habían ruborizado al ver aquel hermoso cuerpo y al percatarse de cómo resaltaban aquellos melones Ash no pudo evitar recordar cuando fue golpeado con la imagen de ellos estando al aire libre.

— Vamos no te contengas y di que deseas estar con tu "Onee-sama" —se sentó al lado de aquel joven mientras lo abrazaba.

— Oye no me los acerques tanto... hablo en serio —el rubor en sus mejillas aumentaba al ver que tenía muy cerca a aquellos melones.

— Es un maldito suertudo —Trip maldijo por lo bajo con una sonrisa mientras le daba un mordisco a su ultimo trozo de sandia.

— Oye quítale las manos de encima a mi Ashi.

Cynthia sintió como una fuerza invisible la hacía levitar para luego arrojarla lo más lejos posible.

Sabrina había llegado al lugar usando un traje de baño igual de provocador que el de la rubia salvo porque este era de color purpura. La joven mujer observó por un segundo a Ash mientras comenzaba a actuar de forma tímida, era como si la vergüenza porque la viera con esas prendas fuese demasiado para ella.

VINCULOS IRREALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora