Cap. 23

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Se encontraba comiendo unas papas fritas en la estación del metro.

Un sujeto de cabello rubio y chamarra azul estaba disfrutando a gusto de aquella botana mientras escuchaba un poco de música en su reproductor. A su lado yacía un enorme roedor eléctrico, al cual las personas conocían como Raichu.

— Así que dices que un chico venció a unas hermosas señoritas con habilidades extrañas —murmuraba el sujeto quien seguía con sus papas, al parecer se estaba dirigiendo a aquel roedor quien solo asintió ante aquellas palabras— sería interesante conocerlo. Quiero ver si es capaz de repetir esa hazaña si se enfrenta a mí —el tren llegó a la estación y el rubio se levantó mientras le indicaba a su compañero que tenían que subir —nos dirigiremos a Link City.

Era un caluroso día domingo y Ash yacía en el suelo mientras parecía sudar a mares. El frío que el suelo producía no era suficiente para calmar aquel intenso calor. Inclusive las chicas estaban acostadas también en ese lugar, ya que dormir en la cama era como decir que te gustaba ser torturado por las altas temperaturas.

Las hermanas Berlitz tenían puesta la misma ropa que constaba de una blusa ajustada sin mangas de color negro y una falda corta de color rosado, la diferencia de ambas era que posiblemente una había decidido usar unos broches con forma de estrella y la otra los tenía con la apariencia de un triangulo. Lyra por su parte llevaba aquel overol pero lo tenía desabrochado de la parte de arriba y andaba puesta una camisa blanca que parecía no quedarle perfectamente, posiblemente porque esa camisa pertenecía a su hermano mayor. El roedor eléctrico parecía estar girando de un extremo a otro desde la entrada hasta el televisor una y otra vez, el aburrimiento que lo invadía era demasiado grande.

— ¡Queremos helado! —Exclamaron tanto Dawn como Lyra.

— Ve a comprarnos un poco de helado, plebeyo.

— ¿Y salir bajo este sol tan matador? Ya mejor díganme que quieren que cometa suicidio.

— ¿No puedes hacer nada para que tengamos una brisa fría? —La Berlitz de los broches en forma de triangulo se levantó del suelo mientras veía a la de pequeñas coletas.

— Puedo manejar las corrientes de aire, pero no la temperatura que estas producen, en otras palabras si puedo producir una brisa... pero hace tanto calor que hasta el aire se siente caliente —la de ojos marrones parecía lamentarse el no poder tener una habilidad que estuviese relacionada al frío.

— ¡Queremos helado! —Volvieron a insistir las chicas.

— Ve a comprarnos un poco de helado, plebeyo.

— Me quieren ver muerto ¿verdad?

La discusión siguió así por unos diez minutos hasta que alguien tocó a la puerta. Ash tuvo que ser quien fuese a ver de quien se trataba ya que Platina le salió con que el apartamento era de su propiedad y él tenía que hacer lo que ella decía.

Al abrir se sorprendió al ver a Misty con unas ropas bastante sencillas, a simple vista parecía como si estuviese a punto de irse de excursión a la playa.

— ¿Ocurre algo?

— Bueno pues vine porque pensé si te gustaría acompañarme al club de natación —Misty se veía un poco nerviosa o por lo menos eso fue lo que pensó Ash.

— ¿Ir al club?

— Así es, ya que gracias a mí, el instituto tiene un gran prestigio en cuanto a la natación. Tanto así que me han dado la autorización de recurrir al club cuando yo quiera y como hace mucho calor pues pensé que sería buena idea ir a darnos un buen chapuzón —en ese momento no solo había nerviosismo en las palabras de la chica zanahoria sino que también parecía ser presa por el calor ya que sus mejillas se habían puesto rojizas, o eso creí el de cabello azabache.

VINCULOS IRREALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora