N a r r a d o r o m n i s c i e n t e
Lucius sale del edificio Wayne con un guarda de seguridad en sus espaldas por si las moscas. Mira a su alrededor con prisas. La calles están desiertas porque todo el mundo tiene miedo, los ciudadanos. Los criminales ahora descansan. Después de días de saqueo y otras barbaridades, las siete de la mañana no suele ser la hora en que actúan. En esos momentos de la mañana es cuando Lucius aprovecha para hacer cualquier visita.
Dirigiéndose a la Mansión Wayne, sus ojos se colocan donde pueden mientras él va al volante. El guarda solo le siguió hasta el coche, ya que no quería arriesgarse a salir de la ciudad. Justamente en conducir carretera arriba hacia allí, las nubes grises soltaban una lluvia ligera que incrementaba. Antes de llegar, envió un mensaje de texto a Alfred diciéndole que estaba al caer, para que desactivara el protocolo de seguridad unos momentos. Y así fue, Lucius llegó y fue recibido por Alfred. Tras quitarse el abrigo, Alfred le ofrece una taza de té, café o lo que deseara.
-¿Cómo te encuentras, Alfred? - murmuró Lucius una vez ambos tuvieron sus tazas en sus manos frías.
-Bueno... Ahí ando - responde, tratando de mantener una sonrisa, pero no le sale -. Unos días es más difícil, otros no tanto... Pero sigue doliendo.
-Yo también le añoro - murmura Fox.
Ambos dan un sorbo a sus brebajes, hasta que Lucius cae en la cuenta.
-¿Dónde está Diane?
-No lo sé. Y así está bien. Es triste... Acaba de perder a Bruce, así que... mejor que tenga su espacio.
-Sí... Pero tú también lo has perdido, amigo mío.
Alfred trata de decir algo, pero las palabras se atragantan con un llanto asomándose. Su aliento se detiene y su respiración quiebra. Cuando puede recuperar ambos tratando de hacer su valía más fuerte, murmura:
-Recuerdo muy bien la primera vez que actuó como el caballero oscuro, así le llamaron en los periódicos. Los primeros moretones y cortes de lucha... Los vi y me asusté de inmediato aunque no le dije nada. Pensé: "¿Y quiere hacer esto seguidamente hasta conseguir que Gotham vuelva a sus días de esplendor...?". Supe que esto no acabaría bien... Lo supe. Siempre le di advertencias, pero Bruce ya no pensaba en él mismo, sino en esta ciudad que siempre lo mitificó como detestable y engreído cuando en realidad fue todo lo contrario. Bruce Wayne será recordado como escoria para siempre.
Sus propias palabras son lijas para su alma. Dolido, Alfred no se atreve a mirar a Lucius, quién se compadece de su amigo.
-Te atormentas demasiado, Alfred. Ahora mismo, Bruce no desearía esto. Para nada. ¿Qué crees que desearía que hicieras?
Alfred, suspirando, sabe perfectamente la respuesta.
-Diane. Que tratara de estar con Diane.
-Exacto. Sé que ahora estáis pasando por el luto, pero no bajéis la guardia... Van a por ella, ya lo oíste.
Alfred asiente, descansando su vieja espalda en el respaldo de la butaca del salón. Ambos hombres inician conversaciones más serias, y el tema principal son Harley Queen y Bane. A todo el mundo les pilló por sorpresa, en especial a Bruce. No pensaron que el Joker, un ser tan atroz y frío, tuviera novia.
-Fue su plan sorpresa. No estuvimos listos, pero no creo que el Joker tenga más sorpresas. Creo que ya ha revelado todas sus cartas y sus planes son demasiado obvios.
Alfred prefiere no hablar del tema, por ello guarda sus ideas en un silencio. Entonces Lucius recuerda algo:
-Acordaos que mañana llega la gente que se traslada a la Mansión.
* * *
Minutos más tarde, Lucius decidió hablar con Diane, así que ambos se pusieron a buscarla por toda la mansión. No había rastro de ella en ninguna habitación y comenzaron a alarmarse teniendo ideas descabelladas de que Diane ha podido salir del edificio sin decírselo a nadie. Por caminos ahora separados, ambos buscan en rincones y plantas que Diane no suele ir. Cuando Lucius pasa por el pasillo del ascensor, cae en la cuenta. Mira la pared y se apresura en poner su permitida huella dactilar. En bajar, hace un vistazo rápido a la cueva entera y divisa las luces verdes de la zona de entrenamiento. Usa unas escaleras para estar en la misma planta y la ve. Diane, con una vestimenta más ligera y deportiva, se encuentra peleando contra una simulación. Fue Alexander quién le proporcionó todas las ventajas de entrenamiento diseñadas por Bruce. Boxeo, artes marciales, estiramientos y ejercicios de fuerza. Lucius estaba muy sorprendido de ver a Diane de esta forma. Ella no le veía, estaba demasiado concentrada. Diane esquivaba la mitad de los golpes que estaba a punto de recibir. Solo ha entrenado cinco días, pero ha hecho muchos progresos que físicamente no se veía capaz de hacer. Tiene pequeños moretones, pero indoloros. Lucius se apiada de esa imagen. Ve a una persona llena de rabia que trata de canalizarla. Una persona a la que le han quitado un amor y están destruyendo su vida.
-¡Diane! - la llama.
Los ojos de Diane se sobresaltan en ver a Lucius, una sorpresa para ella que éste pudiera entrar. Se detiene un momento para pedirle a Alexander:
-Alexander, desactiva el modo libre - pide Diane con la respiración acelerada.
Se acerca a Lucius, sin decir nada. Sabe que le va a decir algo que no le va a gustar. Lucius la observa, sonriente sin decir nada.
-¿Sabe Alfred de esto? - ríe - ¿Cómo...?
-Bruce se las arregló para que pudiera entrar, no sé como ni cuando obtuvo las huellas de mi mano pero... sí, no me he colado ni nada.
Lucius, quién mantiene sus manos tras su espalda agarradas entre ellas, mira a su alrededor y ve una toalla pequeña. La toma y se la da rápidamente a Diane. Ésta sigue esperando una reacción por parte de él.
-¿Qué haces, Diane?
-Matar el tiempo - dice quitándose el sudor del rostro y el cuello.
-Sí, ya veo. Espero que solo sea al tiempo... - murmura Lucius, ya más serio.
-¿Qué quieres decir? - ríe.
-¿En que estás pensando, Diane?
Diane le mira, porque sabe. Hace días, entrenando, sus planes rotaron hacia un nuevo rumbo. Ese fuego, esa furia... Ese dolor que sentía y aún siente, quiere calmarlo y terminar con él a través de la venganza.
-Alguien tiene que hacer algo, ¿no? - murmura Diane.
-Tú no.
-¿Yo no? Creo que me he enfrentado más veces a él de las que tú lo has hecho.
-No te has enfrentado a él, te has escapado de él. Es distinto. Mira, sé que no puedo detenerte ni a ti ni a tus ideas, pero piénsatelo bien, Diane. No te estarás poniendo en peligro a ti mismo sino también a los de tu alrededor.
-Estoy cansada de no hacer nada, Lucius.
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Batman: The Dark Is Back
FanfictionDiane Gruff es un mujer que se acaba de mudar a Gotham por negocios, ya que es la hija de uno de los empresarios más prestigiosos de Gotham: Henry Gruff. La heredera de la empresa de su padre aprende a adaptarse a la ciudad de Gotham gracias a las...