Batman: The Dark Is Back

59. Este momento

Hi, people! Solo aviso de que éste es el penúltimo capítulo. No sé si lo estáis disfrutando o no, pero yo sí. Esta historia está terminando (por fin). Ha sido un lento y largo recorrido, pero ha estado increíble. Os pongo esta canción por si a alguien le gusta leer y escuchar música a la vez, por si le ayuda a meterse en la mood. So... enjoy!

Ambos oímos como las puertas, abiertas a la vez, crujen y su chirriante sonido es esparcido por el eco del gran espacio aparentemente vacío. Resuenan de nuevo en cerrarse solas. Nos quedamos en silencio. No se oye nada, pero se siente como la boca del lobo. Con la visión de rayos X, busco cualquier coa que pudiera parecer extraña en el ambiente: cuerdas, armas, granadas... Cualquier trampa. 

-No veo nada... - murmuro.

-Ni yo. Más razón para creer que es una trampa... - apunta Bruce.

Damos unos pocos pasos, cortos y en son de paz. Es en nada cuando se empieza a mostrar lo que está sucediendo. Aparece él. En estar el mármol más alto, como si realmente se creyera el rey de lo que ha construido.

-Qué bonita imagen... - inicia - Es casi como... ver doble.

Se ríe levemente de sus propias palabras, sin exageración.

-Supongo que tu amiguito Gordon y los otros polis... han descubierto que las bombas... no eran como os las imaginabais... ¿cierto? - sonríe aún más.

-¿Tienes más trucos en la manga que no sepamos? - pregunta Bruce cabreado.

-Si fuera así... ¡No sería divertido contarlo! - vuelve a reírse a carcajadas más fuertes - Pero... debo reconocer que en realidad tenía pensado contártelo... ¡Bueno...!¡Contároslo! Ahora es oficial, ¿cierto? Quiero decir... ¿Sois parejitas?

-¿Por qué no dejamos la cháchara para otro momento? - digo, no pienso caer ante sus provocaciones, así que cuando termino la pregunta, le lanzo una flecha.

La esquiva. Se ríe como el lunático que es. Su eco resueno incluso a nuestras espaldas. Metros de distancia nos separaban, una ventaja para él. 

-Bueno, quizás os lo cuente si me alcanzáis. ¡Cómo el pilla-pilla!

En ese momento, diez hombres aparecieron de las puertas laterales con metralletas en sus manos.  Empezaron a disparar sin piedad. Como acto reflejo, Bruce y yo desplegamos las capas para protegernos mutuamente. El material de éstas es tan volátil que pueden usarse tanto como escudo como para volar. Las balas paran por fin en unos tres segundos, en esos tres segundos, actuamos. Corremos hacia ellos. Cada uno una linea de hombres en cada lado. Uno por uno, caen por desmayo a los golpes que les damos. Pensaba que habíamos terminado, pero cuando creo estar cerca de donde está el lunático, alguien me sujeta y me lanza para atrás.

Harley.

Su martillo se alza de nuevo haciéndome sombra. Se ve que es un golpe decidido y fuerte. Su rostro lleno de rabia y placer me observa, con esos ojos llenos de locura. Pienso en soluciones en los dos cortos segundos que me quedan antes de que baje el martillo. ¿Sujetarlo al aire? Imposible. Mis brazos dejarían de existir. A suertes lo he echado y cuando ha bajado a toda velocidad el martillo, mis reflejos me han ayudado y me he girado hacia otro lado. En el momento en que Harley no tiene el peso de su arma, mi pie se estampa contra su cara tirándola contra la pared. Se da un golpe en la cabeza. Siento en mí que aún no me he llenado de rabia. 

-¿Es todo lo que puedes ofrecer? - le digo a Harley, sujetando con una mano el martillo. 

En cuanto lo rozo con mis dedos, las imágenes vuelven. Harley fue quién terminó de rematar a Bruce ese día. Harley ayudante de que me volviera como soy. No sé si agradecerle o acabar con ella. La miro, está mareada, pero aún así, riendo. Sujeto con fuerza el mango. Su rostro cambia drásticamente.