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Charlie Puth - Attention

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—Lo siento, señorita Belova, pero era importante que viniera —dice la mujer detrás del escritorio

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—Lo siento, señorita Belova, pero era importante que viniera —dice la mujer detrás del escritorio.

—No pasa nada, señora directora; ¿qué fue lo que ocurrió? —inquiero acomodándome en el lugar y dejando mi cartera al lado de la silla.

—Eso es lo que nos gustaría saber a nosotros. —Desliza sus ojos negros hacia mi izquierda—. Su hermana golpeo a una de sus compañeras y armó un alboroto en medio del comedor y no sabemos porque lo hizo. Nadie lo sabe.

Frunzo el ceño y volteo a ver a Alice, esta cruzada de brazos y su cabello rojizo cae por los lados laterales de su rostro; impidiéndome verla. Vuelvo la mirada hacia la directora y ladeo la cabeza hacia un lado.

—Creo que debe de haber una equivocación, ella nunca ha causado problemas, siempre ha sido una excelente estudiante.

La mujer asiente y me observa fijamente.

—Y no digo lo contrario, su hermana tiene muy buenas notas y es una alumna sobresaliente en todas las asignaturas, pero no entendemos qué fue lo que ocurrió para que actuara de la manera en la que lo hizo.

—¿Alice? —llamo a mi pequeña hermana y ella voltea a verme. Tiene el labio partido y un rasguño en su mejilla, su cabello es un desastre y sus ojos cafés lucen opacos, no me sostiene la mirada por mucho tiempo y la desvía—. ¿Qué fue lo que ocurrió?

—Quiero irme a casa, Desty —susurra con la voz ahogada y sé que quiere llorar. La conozco lo suficiente como para saber tus expresiones y la forma en la que actúa.

Cierro los ojos con fuerza y aspiro profundamente para voltear a ver a la mujer detrás del escritorio, cruzo mis piernas y apoyo mis manos sobre mis rodillas.

—Lamento los inconvenientes, señora directora. Le prometo que esto no volverá a ocurrir, hablaré con ella.

La mujer asiente y se acomoda en su silla.

—Solo porque es una buena estudiante y es la primera vez; no voy a suspenderla, solo deberá quedarse en detención unas horas y luego podrá irse a casa. Lo tendrá que hacer por lo que resta de la semana, empezando mañana.

—Muchas gracias —digo sincera—. Me encargaré de que esto no vuelva ocurrir.

Ella asiente y me levanto de la silla, Alice hace lo mismo y ambas salimos en completo silencio de la oficina de la directora. Los pasillos están desolados y camino delante de ella, mientras ella viene detrás de mí con la cabeza agachada y abrazando su cuerpo.

—¿Estás enojada conmigo? —susurra débil cuando estamos en el estacionamiento y caminamos hacia el auto.

—¿Por qué la golpeaste? —inquiero entrando en el auto y dejando la cartera en la parte trasera del vehículo. Me giro hacia ella sin encender el motor y busco sus ojos—. Mírame cuando hablo Alice y responde la pregunta.

Imparable ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora