Imparable ©

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Alessia Cara - Out Of Love

Dejo salir una risa nerviosa mientras entro en el baño y cierro la puerta del cubículo, tomo una larga respiración y me mantengo firme antes de rasgar el cartón de la caja, dejando a la vista los libros y dejando salir un grito pequeño por la emoción. Está mañana me llegaron los ejemplares de la publicación de Secret, una historia de misterio y suspenso, o eso intenté escribir.

Al final de los cinco ejemplares veo el libro de Lo que fuimos, le había pedido a mi editora que me enviara uno y lo descontará de mi paga. Quiero dárselo a Axellen, quiero que lea desde mi punto de vista todo lo que pasamos, todo lo que fuimos. Cuando llegue de Canadá, es lo primero que voy a entregarle.

Saco un ejemplar de Secret y lo firmo para regalárselo a Lachlan, sé que va a amarlo, la historia no hubiera sido lo mismo si no hubiera tenido su ayuda con las ilustraciones que quería darle a la historia, las cuales son realmente buenas.

Guardo los libros dentro de la caja y salgo del cubículo del baño, camino con una sonrisa en mi rostro hasta mi escritorio y dejo la caja de libros debajo de mi escritorio, sacando el de Lachlan para dárselo. Camino hacia el área de ilustraciones y cuando me voy acercando al cubículo de Lachlan, veo al jefe hablando con él, luego le da una palmada en la espalda justo cuando llego hacia ellos.

—Hailee —saluda el jefe con una sonrisa en sus labios, las esquinas de sus ojos se achinan—. Justo iba buscarte, ¿podemos hablar unos minutos?

Frunzo el ceño.

—Eh...

Mira hacia Lachlan y ve el libro entre mis manos, el cual aferro con fuerza. Sus ojos cafés suben hacia los míos y sonríe de lado, da un paso hacia el frente.

—Cuando termines de hablar con Lachlan, acércate a mi oficina, por favor.

Asiento con la cabeza y lo sigo con la mirada hasta que desaparece de mi campo de visión, volteo a ver hacia Lachlan, está sonriendo y parpadeando varias veces, luego clava sus ojos oscuros en mí y extiende su brazo en mi dirección, mientras arremanga la tela del suéter azul.

—Pellízcame.

—¿Qué?

Hace un movimiento con la cabeza en dirección a su brazo, me rio por lo extraño que se está comportando y acerco mis manos hacia su piel oscura, dando un pellizco en su brazo fuerte. Él suelta un chillido y me echo hacia atrás asustada, creyendo haberlo pellizcado muy fuerte, pero mi idea se va rápidamente cuando lo veo riéndose a carcajadas.

—¿Te caíste por las escaleras y te diste un buen golpe en la cabeza? —inquiero sonriendo.

Niega con la cabeza y me estrecha entre sus brazos con fuerza, me río de manera estruendosa y le devuelvo el abrazo con la misma viveza con la que él me lo está dando.