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MIIA- Dynasty

Me siento perdido, es como si estuviera de nuevo en Canadá buscando un lugar en el cual encajar, buscando un lugar en el cual sentirme completo; lleno

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Me siento perdido, es como si estuviera de nuevo en Canadá buscando un lugar en el cual encajar, buscando un lugar en el cual sentirme completo; lleno. Una vez, una mujer me dijo que el sentimiento de estar incompleto era porque había perdido mi hogar, le dije que estaba con mi familia, que tenía mi hogar conmigo y ella sonrió como si fuera un pequeño niño perdido en el parque. Con calma y dulzura en la voz me explicó que no era mi familia lo que buscaba, no eran ellos los que me hacían sentir completo.

Relató que yo era como un soldado en guerra que anhelaba volver a casa, mi guerra era la búsqueda de mis recuerdos y mi hogar, mi refugio, no sabía que lo era y hace meses me di cuenta de que era lo que tanto buscaba. Hailee es mi refugio, es mi lugar de paz luego de la guerra, ella me hace sentir completo, en casa, no en un campo de batalla y ahora que ella ya no está aquí, ahora que está lejos, vuelvo a ser el adolescente que está en guerra y esta vez no es por mis recuerdos, es porque no sé dónde está la mujer que amo.

—¡Son unos inútiles que no sirven para nada!

—Señor...

—¡Unos imbéciles que nunca escuchan a los ciudadanos! Son todos una cuerda de inútiles. ¿Ahora sí tenemos pruebas? ¿Ahora sí van a ayudarnos pedazos de animales?

—Si sigue ofendien...

—¿Qué harán? —desafía Lukyan—. Iré a prisión por decir la jodida verdad zopencos e inútiles. Mi nieta está secuestrada, lleva más de cuarenta y ocho horas desaparecida y ustedes solo dicen que hacen lo que pueden, ¿Por qué no escucharon cuando le pedimos que nos ayudarán a cuidarla? ¿Por qué no aceptaron cuando les pedimos vigilancia porque un psicópata estaba detrás de mí nieta?

—Las reglas dicen...

—Las reglas y una mierda —espeta el abuelo enfadado—. Primero las personas deben estar en peligro para que ustedes actúen, lo funcionarios son una mierda, me protege mejor una anciana bastón me protegería mejor que ustedes.

Lukyan los mira con desprecio y enojo y después de gruñir sale disparado en dirección de las escaleras. Ninguno habla en la sala y solo se escucha la puerta siendo azotada por Lukyan. Dejo salir un suspiro lleno de frustración y paso mis manos por mi rostro, sintiendo la barba cosquillear la palma de mi mano.

—¿Ya revisaron las cámaras de seguridad de la calle? —escucho a Clary preguntar.

—Lo hicimos, no hay indicios del rostro del hombre, solo se ve saliendo con la señorita Belova entre sus brazos.

—¿Identificaron la matrícula? —pregunta Sam.

—Lo hicimos, es de un auto robado.

—¿Y el auto?—pregunto en con la voz ronca y levantando la mirada del suelo, donde la he tenido todo este tiempo.

Imparable ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora