Extra #1

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Ariana Grande, Doja Cat - motive

Emily y Víctor

CLARY

—¿Cómo fue que ese bebé salió del cuerpo de Anne? —digo sin pensarlo mucho y Owen se echa a reír.

Puede sonar estúpido y si sé como salió del cuerpo de Anne, sé como una mujer da a luz pero mi mente no es capaz de entender que algo tan grande puede salir de ahí abajo, una vez, cuando niña le dije a mi madre que si era como hacer pupu, mi madre se rio en mi cara y dijo que era parecido.

Así que para mi yo de seis años los bebés se cagaban y salían por detrás.

—Bueno, es lo mismo que pensé cuando dijeron que pesó cuatro kilos.

Hago una mueca y Owen se echa a reír mas fuerte. Miro a través de la pantalla al pequeño bebé que está disfrazado de Oveja, mientras que Owen también lo está, creo que toda la familia Jones lo está. Son demasiado adorables y empalagosos.

—¿Cuándo vendrás? —inquiere Owen acercando el teléfono a su cara, mientras que el bebé que está en el canguro duerme placenteramente.

—Quizás la otra semana vaya.

Me mira sin creerme.

—Eso me dijiste la semana pasada.

Le sonrío.

—He tenido trabajo y esta vez es real, tengo que ver un caso y reunirme con un posible cliente, después estaré libre todo el fin de semana y podré abrazar a mis pequeños bebés.

Arquea una ceja.

—¿Solo a los pequeños?

Me rio.

—Solo a ellos.

Me mira indignado y chasquea la lengua.

—Entiendo, como ahora andas enamorada del fulanito ese yo soy echado hacia un lado, muy bien, Clary, muuuy bien.

Dejo salir una enorme carcajada y lo observo con burla, porque Owen es dramático, siempre ha sido así desde que éramos unos niños. Hay personas que nunca cambian

—¿Drama es tu segundo nombre?

—Lamentablemente es Augustus, hasta drama es mejor nombre.

Me echo a reír y acomodo en el sofá.

—Un nombre feo para alguien feo, Augustus.

Me mira mal.

—La única fea en está conversación eres tú, Clary.

Le saco la lengua como si fuera una niña.

—Tu trasero será el feo.

Me mira con malicia.

—No, mi trasero es hermoso a diferencia del tuyo. —Hago una pausa y coloca cara de sorprendido—. Ah, cierto que no tienes.

Lo observo indignada.

—¡Claro que tengo! —digo en una gran exclamación.

—¿Dónde que nunca lo vi?

—Eres un desgraciado, Owen.

Me sonríe.

—Soy un amor, Clary.

—Claro como no.

Me sonríe.

—Lo sabes y lo sé, enana.

Niego con la cabeza. Y veo una cabeza al fondo, arqueo una ceja al ver dos orejas de una oveja blanca. Sonrío amplio al ver sus ojos color miel y mi corazón da un brinco. Luce hermoso con las mejillas pintadas de rosa y la sonrisa traviesa que tienes.

Imparable ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora