Capítulo 32

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Estabamos muy contentos y excitados, tanto que él me tumbó en el suelo del campo y se puso a besar todo mi cuello, él sabía que era mi punto débil, me extremecí soltando un leve gemido.

-Ahora verás- le dije juguetona llevando mi mano derecha a su entrepierna y empecé a acariciar suavemente.

Comenzó a llover, no queríamos parar pero tuvimos que entrar al colegio empapados.

-A la sala de menesteres- me cogió de la mano y empezamos a correr.

Entramos a la sala y continuamos lo de antes, estábamos nerviosos, era nuestra primera vez, pero nada nos frenaba.

-Ven- dije quitándole la la camiseta, la ropa sobraba.

Él puso sus manos en mi culo agarrándome fuerte mientras me apretaba contra él y su notable erección. Empecé a recorrer todo u cuerpo con besos hasta llegar a donde ambos queríamos.

-Emm...- jadeé, él sólo me lanzó una mirada de desesperación.

Bajé sus calzoncillos y tímidamente me lo metí en la boca, acto seguido comencé a hacer movimientos de arriba a bajo.

-Agh...Ale...Alex- me excitaba aún más que gimiera mi nombre.

Después de un rato me paró.

-Te toca a ti- me susurró bajando mi tanga acto seguido empezó a frotar mi clítoris con sus dedos.

Intentaba no gemir pero era imposible, porque cuando pensaba que había terminado metió sus enormes dedos en mi y comenzó a hacer suaves movimientos.

-R..Ron- no podía dejar de gemir su nombre.

-Lista?- me preguntó yo solamente asentí y adopté la postura más cómoda y en la que yo controlase.

Él se encontraba sentado y yo bajaba lentamente controlando la situación.

-Aghh- grité.

Dolía, pero se sentía bien, me abrazó y seguimos moviéndonos hasta que ambos terminamos.

-Te quiero- dijo mientras nos tumbabamos.

-Yo también te quiero Ron- le dije abrazandole, así nos quedamos durmiendo.

A la mañana siguiente me desperté en ropa interior en la sala de menesteres con Ron.

-Que hora es?- me preguntó.

-Las diez!- exclamé, nos habíamos perdido dos clases.

Todos debían preguntarse donde estábamos pero al recordar lo de anoche supe que había merecido la pena.

Salimos corriendo y entramos en clase de DCAO y todos nos miraron curiosos y extrañados.

-Te quiero pequeña, lo de anoche estuvo increíble- me susurró antes de entrar.

-Donde os habíais metido?- me preguntó Herms furiosa- os habéis perdido dos clases.

-Emmm...Bueno...Herms- no sabía que responder.

-Bueno ya me contarás más tarde- me dijo ella.

La clase estaba siendo lo peor, sólo quería ir a la sala de menesteres con...

-Harry!- susurré gritando, él moreno me había lanzado una bola de papel donde ponía: tengo información fresca.

-Señorita Bennett- gritó Umbrigde- que es eso?- señaló el papel.

- Nada- dije en un tono natural.

-Y ese papel?- elevó la voz.

-Se equivoca, yo no tengo ningún papel- respondí como antes.

-Te atreves a mentirme?- se veía odio en sus ojos- te quiero en mi despacho después de clase- sentenció.

La clase terminó y mis amigos me esperaron fuera del despacho, todos pensamos que sería una bronca rápida.

-Buenaas- dije en tono de chulería.

-Sientese- estaba aparentemente tranquila.

- Me va a decir lo de siempre?- no sabía dónde me metía, ella agarró mi mano y me dio una pluma.

-Debe escribir: no mentiré más. Unas 1500 veces- sonrió.

Yo acepté y empecé a copiar tranquila, hasta que mi piel empezó a escocerme y a rasgarse, dejé la pluma.

- Que hace? Continúe escribiendo- ordenó.

- No, no pienso que me torture copiandome esta frase en mi mano- protesté.

-Sabes que hay miles de formas distintas de hacerlo, No?- amenazó.

- No puede hacerle eso a un alumno- dije levantandome hacia la puerta.

-CRUCIATUS!- gritó ella haciéndome retorcer en el suelo.

Pasaron minutos y yo seguí allí, callada para no alarmar a mis amigos y aguantando las lágrimas para no darle el gusto.

Ella sabía que el dolor físico no me haría rogar su piedad, así que fue a lo personal. Comenzó proyectar por mi mente miles de recuerdos horribles mientras una horrible sensación de desgarro recorría mi torso, no aguanté.

-Ahhhhhhh!!!- reventé en un chillido que se pudo escuchar hasta en Hogsmeade. 

Me dolía el cuerpo, el alma, escuché como aporreaban la puerta.

-Alex...Alex!!!- Ron gritaba hasta desgallitarse.

-Joder!- Harry aporreaba la puerta.

-Alohomoda!- dijo Herms habiendo así la puerta.

Eres mi olor favorito (Ron Weasley y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora