Capítulo 54

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Cuando ya estaba vestido los dos volvimos a la cama y nos sentamos.

-Quieres que apague la luz?- le pregunté.

Él sólo sonreía. No entendí el porque hasta que acercó su mano y limpió la pasta de dientes que tenia en la comisura del labio.

-Estabas manchada- dijo tumbandose.

-Apago la luz?- repetí avergonzada.

-Porque no te tumbas?- me miró.

-No quiero hacerte daño en la muñeca- le dije.

-Y que te vas a quedar toda la noche así?- rió el pelirrojo.

-No... pero... oye estas muy borde, encima que me preocupo por ti- me tumbé de golpe haciendo temblar la cama.

-Ah!- se quejó el pelirrojo.

-Mierda estas bien?- dije arrepentida.

-Que ingenua- comenzó que reír de nuevo.

-Eres un idiota Ronald- me giré dándole la espalda.

-Buenas noches Alexita- susurró en mi cuello haciendo que se heridzase mi piel.

Ron ya se había dormido hacia rato, pero yo no lo conseguía, no tenia su regalo todavía. Me parecía horrible el pensamiento de que él me diera algo y yo... absolutamente nada.

-Ay zanahorio... que narices puedo regalarte?- le susurré sin esperar respuesta.

-El regalo... per...perfecto...- empezó a murmurar.

-Si?- respondí con esperanzas de que me diera una solución en sueños.

-Una rana de chocolate y... una noche en la sala de menesteres con Alex...- ahí empecé a dudar de que estuviera dormido.

-Muy gracioso Ron- le dije- sé que estas haciéndote el dormido.

-Como me has descubierto?- preguntó curioso.

-Cuando has dicho "una noche con Alex"- le confesé.

-En realidad sí lo pienso, sería el mejor regalo- se me acercó, pude notar sus intenciones por el bulto de su pantalón.

-Eso no lo hacen los amigos- le recordé.

-Los dos sabemos que no somos amigos, que es imposible- intentó sonar seductor.

-Y esa voz?- reí.

-Que voz?- dijo avergonzado.

-Ese intento de sonar seductor no me convencerá. Además, fuiste tú el que dijo de ser amigos- le repetí- y no una sola vez- le recordé con algo de rencor.

-Sabes que soy un idiota, Alexa- se me acurrucó.

- No podemos hacer nada Ron, están aquí tus padres y encima tienes la mano mal- puse de escusa, no iba a entregarme a la primera.

-Quien ha dicho que fuera a necesitar la mano eh?- pasó su húmeda lengua por su cuello y me giré.

-Ronald por Merlín! Ya te he dicho que no- estaba a punto de perder el control, me giré de nuevo dándole la espalda.

-Vale lo siento- me dio un beso en la cabeza.

-No creas que te lo voy a poner tan fácil- sonreí victoriosa entre la oscuridad, ahora era Ron el que iba detrás mía. Él soltó una risa de desesperación.

A la mañana siguiente ninguno de los dos nos dignabamos a levantarnos, ambos nos pasamos la noche hablando hasta tarde y estábamos muertos de sueño.

Eres mi olor favorito (Ron Weasley y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora