II

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Todos esperaron con paciencia en el salón que estaba bien adornado, con elegancia y superioridad hacia sentir a todos como Reyes, las puertas del balcón abiertas de par en par dejando entrar la brisa primaveral que agitaba las cortinas con languidez, los invitados bebieron y hablaron entre si con la música sonando al fondo de sus oídos.

El baile aun no comenzaba oficialmente. La pareja había ido a sus respectivas habitaciones para cambiar sus atuendos de bodas, después de algunos minutos ya se encontraban fuera de las puertas del salón, con miradas tímidas y sonrisas sabiendas mientras esperaban la llegada del Rey para poder ser anunciados y dar comienzo al baile.

No tenían que esperar demasiado, no les dio tiempo si quiera para mantener una conversación entre ambos ya que el sonido metálico y familiar resonó por los pasillos, brillantes armaduras blindaban los altos cuerpos de los caballeros que flanqueaban la figura del Rey con la capa roja ondeando detrás de ella.

Se detuvo frente a ellos en silencio seguida de Do Hoon, el hombre regordete que, aunque sus pasos fueran apresurados, no se encontraba agitado. Solar parecía impresionada por la condición del hombre, pues había logrado mantenerse al margen con las grandes y rapidas zancadas que daba la mujer con la corona.

-Buenas noches Majestad- saludo Solar con una inclinación de respeto, Byul Yi la miró en silencio por un momento, intimidada Solar aparto la mirada encontrando muy interesantes la botas brillantes de la peli plateada. De ella irradiaba una aura fría e intimidante, la castaña se encontró pensando que nunca nadie a excepción de Min Seok había sostenido su mirada por un largo tiempo.

-Buenas noches- Respondió Byul, su voz sonó extraña, era entre un murmuro y una voz ronca, como si no usará su voz con frecuencia - Felicitaciones... por su matrimonio-

-Gracias Majestad- Los labios de MinSeok se deslizaron amables en una sonrisa haciendo que toda la tensión de antes nunca hubiera existido.

El Rey asintió mirando a las puertas dobles frente a ellos -Hoo- dijo y el mayordomo se apuro a las puertas abriéndolas de par a par, el pobre hombre casi corrió al frente del salón, aclaro su garganta lo suficientemente alto para callar a todos.

-¡Su Majestad!, Moon Byul Yi, Rey de Månen.- Los aplausos resonaron haciendo eco en el gran salón de baile, su Majestad entro al salón con elegancia y seguridad irradiando poder y exigiendo toda la atención, camino al frente del salón y como si fueran uno solo todos hicieron una reverencia profunda, seguidos de los caballeros que se colocaron en la pared quedando tan inmóviles como piedras mirando únicamente al frente. 

-¡Su Alteza! El príncipe MinSeok de Månen y su esposa, La princesa Solar de Månen- Un extraño sentimiento se anudó en el estómago de Solar cuando escuchó su nombre, ya no era más la princesa de Corona. Ahora pertenecía a un nuevo reino, pertenecía a Månen. 

MinSeok entrelazó sus brazos, ofreciendo una sonrisa amable y lidero el camino al salón de baile. 

Todos los ojos estaban centrados en la feliz pareja de recién casados, las sonrisas amables y las inclinacipnes de cabeza de buena fe nunca faltaron, los nobles estaban felices por tener una celebración, ¡Y una boda de todas ellas!.

-Doy por comenzado el baile- La música reanudó su sentido en una nueva pieza. Min Seok extendió su brazo para Solar que gustosamente tomo, los dos amantes caminaron al centro de la pista donde comenzarían la danza.

A diferencia de otros bailes a los cuales la castaña había asistido y los muchos bailarines con los cuales tuvo la mala suerte de bailar, Min Seok fue el mejor de todos. Sus movimientos eran tranquilos y ordenados, sus pies nunca chocaron entre sí o con los de ella, sabía cómo dirigir y los giros no fueron demasiado rápidos, lo que agradecía Solar ya que siempre terminaba mareada y desorientada.

Extraño elixirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora