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Las puertas de la biblioteca eran altas y amplias, dando entrada a todo aquel que quisiera obtener conocimiento, a los hambrientos de sabiduría. 

Solar, en ese momento miraba con asombro esas grandes puertas, ella estaba convencida que un total de siete u ocho personas paradas una junto a la otra eran capaces de entrar sin tocarse entre si, y su altura, era más difícil de calcular. Calculaba que entre quince y vente caballos uno sobre el otro, pero tenia que tener en cuenta la estatura de los caballos. entonces recordó a Diaval, el caballo violento e indomable de gran altura. 

Si...

Un total de quince Diaval uno sobre el otro, era lo más cercano a deducir su altura. 

Las puertas la hacían sentir pequeña e insignificante. El grosor de las puertas y sus grabados en la madera dura y café oscuro, lo hacian ver como las entradas de un templo. 

Tal vez lo es. Un templo de conocimiento. 

Un pensamiento golpeó a Solar. Miró la puerta con asombro y ligera desconfianza, intentado describir el significado de los grabados en la madera. 

"¿Es un hechizo?"

Desde que MinSeok le había mostrado la "Ciudad de Hielo" Solar no había dejado de pensar en ella. Incluso soño con ella, se imaginó deabulando entre sus calles congeladas, silenciosas y frías, y cuando se acercó a la estatua de un anciano detrás de su mercado, lo vio mover su cuerpo congelado, con una mirada ceñuda debajo de sus cejas pobladas. 

A pesar de su mirada dura y poco amable, su rostro parecía hostil. Solar no se sintió amenazada, y en lugar de correr lejos y fuera de la ciudad, se adentró aún más en sus calles. 

Solar se despertó cuando llegó al final de sus últimos recuerdos de las calles, era como si una barrera la mantuviera ahí, lejos de lo que había más allá de ella y lo que Solar no logró mirar cuando la visitó junto a MinSeok. 

El lugar literalmente, era mágico. 

Månen estaba rodeado de Magia. 

" Las personas saben de la magia, o al menos, en el pasado. Pero han pasado siglos desde la última vez que se vio realmente en función. La gente ha dejado de creer en ella, dejó de susurrarla a sus hijos, para que lo contaran a sus propios hijos. La magia perdió esa... esencia que la convertía en algo mágico. Fue ignorada, y ahora solo se murmura como cuentos nocturnos para los niños" 

"No tiene el mismo peso que lo hacía antes. Las personas lo toman sin importancia, prefiriendo ignorar la tierra mágica en la cual viven. Quizás sea mejor de esa manera. Al menos, por ahora."

Corona era un reino conocido por la prohibición de la Magia. Solar sabía que la magia existía, la había visto en función, cuando era pequeña. Era difícil de ignorar cuando vio a la mujer desde lo alto de su ventana, rodeada de un total de cincuenta guardias con sus espadas en mano. Utilizando sus cuerpos como escudo entre ellas y la bruja encadenada en la plaza frente al castillo.

Casi como si temieran que la mujer se liberara y cruzara el circulo de soldados a su alrededor, cruzara el puente levantado y luego trepara los muros hasta el octavo piso del castillo. 

Era imposible. Y Solar lo murmuró a su madre. Pero ella solo se aferró a su hija más fuerte, frunciendo los labios. 

Pero entonces la bruja en la plaza gritó. Un grito que estremeció el cuerpo de Solar y el de todo aquel que lo escuchó. Tiró de las cadenas con una fuerza que no parecía poseer. Gritando en un dialecto que Solar no entendía. 

Extraño elixirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora