La Monarca se encontraba de pie, en el centro de su habitación real, estaba tan inmóvil como una estatua, tomando tranquilas respiraciones casi silenciosas, el alboroto que estaba fuera de su ventana era el suficiente que necesitaba para sus próximas vidas.
Escuchaba todos los ruidos sin poder hacer nada para callarlos, las ventanas cerradas no ayudaban en nada, no podía bajar el volumen de todos los de afuera.
Ella no los culpaba, todo el mundo estaba excitado, todos corrian de un lado para otro, riendo y gritando, siempre hablando en voz alta para hacerse escuchar entre todo el mundo y eso, causaba aun más ruido.
Los comerciantes anunciaban sus productos, todos ellos formando elocuentes palabras convincentes para atraer a sus compradores, no tenían que esforzarse demasiado, parece que todos los extranjeros deseaban una parte de algo, algo extraño, que muestre que es de Månen, para ir y contar a sus familiares y amigos que viajaron a Månen y vivieron para contarlo.
Ella puede imaginar a los niños de Månen, con su piel blanquecina por la falta de sol, con brillantes sonrisas y mejillas sonrojadas, corriendo de un lado a otro por la plaza mientra se persiguen entre si.
Byul nunca sale de su castillo si no es necesariamente estricto, son tan poco frecuentes sus salidas del castillo que Byuo no se sorprendió cuando los rumores de que el Rey había muerte llegaron a sus oídos.
Sonrió, realmente sonrió ese día y estuvo apunto de dejarlos que continuaron con los rumores, pero sus consejeros le pidieron que saliera del castillo y caminara por un par de horas para que todos la vieran y así los rumores finalmente terminaran.
Tampoco es con frecuensia cuando tiene audiencias, no a menudo sus ciudadanos entran al castillo y piden ser escuchados por Byul, entonces Byul yi sabe que esta haciendo bien su trabajo, eso quiere decir que sus ciudadanos no tienen problemas, no hay hambre o inseguridad por las calles, no tienen de que quejarse.
Antes de la llegada de Solar, el castillo era relativamente silencioso. Su hermano MinSeok, pasaba la mayor parte del tiempo de casería o en entrenamiento con los soldados y cuando no hacia eso, estaba escapandose a algún baile en alguna parte.
Eso dejaba a la Monarca en completa soledad.
Ella tenía a Hoon y Esna, pero ellos eran una presencia que realmente no la llenaba.
Y los ancianos del consejo... ellos solo eran una molestia, con sus fuertes voces roncas y fuertes fragancias que solo le picaban la nariz.
Con frecuencia Byul se encontraba mirando a través de las granden ventanas del castillo, mirando hacia abajo a la ciudad, donde los niños, hombres y mujeres caminaban entre las calles siempre ofreciendo suaves sonrisas y saludos cordiales entre ellos.
Todos caminaban del brazo de alguien mas, sosteniendo el brazo de sus amantes o la mano de sus hijos, todo el tiempo.
Era en esos momentos cuando Byul sentía un pinchazo de celos.
¿Dónde estaba su otra mitad?
¿Dónde estaba la persona que estaba destinada a sostener su mano y protegerla?
Byul Yi leyó la mayor parte de los libros de sus ancestros, donde escribían con elegantes letras sus pensamientos, la forma en la cual se amaban entre sí de una forma tan poco natural que resultaba extraño para el resto del mundo.
La forma en que sentían la necesidad de protegerse entre sí de una forma tan feroz, la necesidad de estar al lado del otro y sentirse protegidos.
Byul recuerda esa sensación.
Ella la sintió, hace tanto tiempo atrás.
Era como si su cuerpo estuviera atado a una cadena y al otro extremo estuvieran atados su padre y madre, ella los amaba incondicionalmente, se sentía protegida y amada, sentía la necesidad del tacto, abrazaba a su padre y besaba la mejilla de su madre, y en repetidas ocasiones les decía lo preciosos que eran para ella.
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Extraño elixir
FanfictionDespués de que Solar se casara con el príncipe Min Seok y mudarse a Månen, descubre que sus profundos sentimientos hacia su esposo, podrían estar cambiando al conocer a su hermana en ley y "Rey" de Månen, Byul Yi . [Trailer] https://www.youtube.com...