XXV

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Solar esperaba con paciencia sentada en un banco junto a la gran ventana, en sus manos sostenía un libro del cual había perdido el interés hace mas de una hora. 

Los constantes murmullos de los siervos eran lo suficientemente altos para distraerla con facilidad, pero ella se negaba a ir a la biblioteca o a su habitación, ya que era demasiado silencioso y solitario y hoy mas que nunca, deseaba compañía... la compañía de Byul. 

Lamentablemente para Solar, la Monarca, se encontraba en una de sus reuniones, le había prometido estar con ella cuando esta terminara, al rededor de una hora pero parecía que duraría más. 

-El viaje fue precioso, uno nunca imaginaria que mas allá de estos mares se encuentra un mundo completamente distinto, las culturas y tradiciones son completamente distintas a todo lo que conocemos- Solar aparto la mirada de las incontables letras de su libro prestandole mas atención a la voz que se acercaba a través del pasillo. Sonaba tranquila pero de alguna manera la excitación era palpable en su voz, con un ligero asentó que Solar no podía descifrar. -Sus vestimentas son algo exquisito y maravilloso majestad, tendría que verlos- 

Las dos figuras fueron visibles finalmente doblando la esquina del pasillo, era Byul acompañada por una mujer que Solar no reconocía, la mujer irradiaba confianza, caminando elegancia como nunca antes Solar había visto. 

Parecía no haber notado a Solar en lo absoluto, ella estaba tan absorta en su conversación con Byul que solo podía parlotear sin detenerse siquiera a respirar. 

Fue Byul quien la noto, detuvo su andar repentinamente y la miro directo a los ojos, sus repentinas reacciones llamaron la atención de Hyejin y esta dirigió su mirada a Solar, un brillo de reconocimiento atravesó los ojos de la mujer, y con pasos seguros y una agradable sonrisa en sus labios se acercó a Solar. 

-¡Alteza! Nos encontramos otra vez- Solar ofreció una sonrisa mirando sobre el hombro de Hyejin para ver a la plateada, que se acercaba lentamente a ellas. -¡Dios mio! ¡Donde estan mis modales!- Se reprendió la morena, tomo los bordes de su vestido y ofreció una perfecta y exquisita reverencia, irradiando un porte real. -Mi nombre es Ahn HyeJin- se presento -La mano del Rey- continuo- Nos conocimos antes, tal vez no lo recuerde, era solo una niña en aquel entonces- explico cuando vio el rostro de Solar lleno de confusión. 

-¡Oh!- Murmuro Solar levantándose de su sitio y miro a la mujer frente a ella. 

-Aun cuando mis mejores deseos sean tardíos... Felicitaciones por su compromiso con el Príncipe MinSeok, quien diría que el Príncipe terminaría casado... ¡Con una mujer de Corona!- Justifico su nerviosismo cuando Solar la observo -¡Y con la princesa para el cazo!, Las jugadas que da el destino ¿no le parece? - Solar no comprendió la extraña exclamación de Lady Hyejin -Entonces... me disculpo por ahora, me retirare para poder quitarme este aroma a mar de mi cuerpo, ¡estoy ansiosa por tomar un baño adecuadamente!-Con una segunda reverencia a Solar y otra para su Rey, Hyejin se retiro desapareciendo entre los pasillos. 

-Esa mujer sera mi muerte...- Solar sonrió mirando a la plateada que parecía completamente exhausta. 

-¿Lady Hyejin? Pensé que yo era la mujer que te llevaría a la muerte- Reprocho mientras se acercaba lentamente a la Monarca dejando completamente de lado su libro. 

-No ahora- Byul alzó sus manos cerrándolas alrededdor de las muñecas de Solar para apartarla de su cuerpo mientras retrocedía un paso -Alguien podría estar mirando- Explico cuando vio el destello de rechazo brilló en los ojos de Solar. 

-...Entiendo

-Acompáñame- Sin esperar ninguna respuesta, Byul comenzó a moverse en dirección a su despacho, al llegar a la seguridad de la habitación, la plateada se desplomo sobre los sillones inclinando su cabeza hacia atrás y cerrando sus ojos. 

Extraño elixirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora