Extraño elixir

XX

-Buenos días- Solar alzó la mirada, ahí frente a ella, estaba Byul. La Monarca se encontraba sentada a la cabeza de la mesa, esperando por ella para el desayuno; el café y té habían sido servidos junto con tostadas francesas y zumo de naranja fresco con frutas. 

-B-Buenos días- Murmuro Solar tratando de no hacer contacto visual con la Monarca, no podía verle a los ojos, no ahora por lo menos, se encontraba demasiado avergonzada consigo misma por aquel encuentro en el despacho. 

Aun no podía comprender porque lo había hecho, por qué había besado a aquella mujer. Si, sabia o al menos había escuchado que en algunas partes hay personas las cuales besan a los de su mismo sexo, ella lo escucho una vez de los soldados de su padre, ellos comentaban sobre su noche en el burdel. Esa vez se sintió tan avergonzada como los soldados cuando se dieron cuenta de que sus comentarios fueron escuchados por la princesa. 

Solar se sorprendió y no pudo dejar de imaginar aquella escena que el soldado describió con tanto detalle. Le resultaba extraño pero posible.

Por supuesto, cuando fue creciendo fue olvidando aquel incidente. 

Pero ahora...

No solo beso a una mujer, sino también al Rey, la Monarca de Månen y su hermana en ley. Traiciono a su esposo...

Aquel día, Solar se alejo bruscamente, cubriendo sus labios con ambas manos como si hubieran sido quemados. Byul por su parte no parecía sorprendida por sus actos o si lo estaba, ella sabia ocultarlo a la perfección,  con calma había caminado a la ventana para mirar a través de ella, parecía suspirar en silencio en un par de ocasiones. 

"-Parece que la realidad finalmente golpeo tus sentidos, Solar-" En su voz no había irritación o sarcasmo, era neutra y plana, sonaba mas bien como un pensamiento en voz alta.  "-No me sorprende en lo absoluto...-" Murmuro "-Fue solo un simple beso, no tienes porque actuar de tal manera-" La plateada miro sobre su hombro, estudiando las acciones de Solar, su ligero temblor no paso desapercibido por la vista de águila de la Monarca, o el brillo de sus lagrimas "-Dime ahora que lo olvide, todo lo que paso este día, pídeme que finja que este día no existió y yo lo olvidare-" 

Byul se giro lentamente, con calma, camino alrededor de la habitación deteniéndose frente a la mesa de ajedrez, con sus manos enguantadas tomo la pieza del rey, limitándose a mirarla y jugar con ella.  "-Este día no se mencionara, nuestros actos serán olvidados y fingiremos que nada a pasado en este estudio, yo lo olvidare y no volveré a mirar en tu dirección nunca mas, por el resto de mi existencia-"

¿Por qué decía esto? ¿Por qué después de dar a conocer sus sentimientos por Solar, ahora fingiría que nada de esto paso? 

Era tan cruel... Byul era cruel, dejando que toda la carga cayera sobre Solar, la Monarca se limitaba a mostrar sus cartas como un jugador experimentado, era astuta, demasiado astuta, y tentadora. Como un demonio tentando al débil pecador. 

La plateada atravesó la habitación en silencio con paso tranquilos, extendió su mano y mostró la pieza a Solar, era tan negra en contraste a su guante blanco, tallada con tal precisión y perfección, con incrustaciones de pequeñas piedras preciosas a su alrededor. Solar miro la pieza en cuestión de segundos nuevamente al ajedrez que permanecía quieta sobre la pequeña mesa entre las dos sillas grandes, observo las fichas blancas igualmente talladas y adornadas. 

"-Estoy esperando tu respuesta mujer-" Murmuro la Monarca. 

Solar miro de la pieza al rostro de Byul repetidas veces, después de todo este tiempo buscando la manera de agradarle a Byul, en busca de su atención, ¿ahora tenia que tirarlo a la basura y fingir que nunca existió?