Extraño elixir

LI

Puede sentir el nerviosismo consumirla, es tan extraño y fascinante al mismo tiempo. Si se concentra lo suficiente, puede escuchar la respiración entrecortada que escapa de sus labios color rosa, siente los músculos suaves de su espalda contraerse mientras desliza su vestido por su cuerpo. Y cuando ella mira sobre su hombro con timidez, ve el temor y la inseguridad brillar en los ojos grises.

Tan fascinante.

Es comprensible, son jóvenes y a pesar de pasar tiempo con ella, no son muchas las ocasiones en las que llegan a compartir una cama y mezclar sus cuerpos.

Esta clase de actos, siguen sacando la niña que se oculta en el fondo de su ser.

Y son estos momentos en los cuales Byul no sabe como reaccionar, las palabras le fallan y su mente no sabe si lanzarse sobre ella para besarla y adorarla, o quedarse ahí y mirar con desconcierto e incredulidad un ser tan perfecto.

Es un simple humano.

Pero desde le primer instante, se convirtió en todo para Byul Yi. Ella no lo dirá en voz alta, vivirá el resto de su existencia con ese secreto entre sus labios, nunca divulgaría tal poder que esta joven mujer tiene sobre ella.

La facilidad con la cual la doblaría a sus rodillas y arrancaría cada trozo de orgullo de su ser.

Se convertiría en una simple marioneta de hielo y cristal de un simple humano. Ya es mas que aterrador saber que ha pensado en asesinar a su propio hermano por esta mujer.

Cuando cierra sus ojos, solo puede imaginar mas allá de un mañana con esta mujer. Despertar por las mañanas sin el temor de ser atrapada por Esna o cualquier otra sierva, Byul esta dispuesta a matar a la pobre anciana si algún día llega a suceder, sabe que no habría remordimiento en sus acciones, no de inmediato, porque es egoísta y desea tener esto para ella por mas tiempo.

Tal vez... después de todo, si existe una extraña deidad, un ser con el poder de manipularlos a todos con un simple chasquido. Un o que se burla de Byul, poniendo frete a ella a un simple humano, Byul, que a pasado toda su vida odiando y repugnando a tal ser imperfecto, ahora se aferra a uno con desesperación.

Es tan humillante.

Desear tanto a un simple humano, la hace estremecer en la rabia.

La humilla y desprecia, recordando una y otra vez cual es su lugar, en ocasiones su deseo de romperla es tan fuerte que siente sus manos temblar con la desesperada magia que intenta escapar de sus confines y congelar el alma de tal mujer.

Desea arrancar su corazón y lanzarlo a las profundidades del océano, donde nadie sea capaz de encontrarlo, entonces la mujer se arrastraría entre la tierra de los mortales, en busca de su corazón y sufriría por el resto de su eternidad.

Los dioses se burlan de ella, escupen sobre su orgullo. Y cuando Byul intenta defenderse, los dioses hacen que esa mujer aparezca frente a ella y sonrisa de tal forma, tímida y preciosa, haciendo que el interior de Byul Yi se contraiga en la rabia reprimida.

Los Dioses son tan crueles.

-¿...Byul?- Es la pequeña voz de esa mujer, sonando con timidez y preocupación. Byul parpadeó una y otra vez, mirando a la mujer parada al pie de la cama en completa desnudes. Su cabello cae sobre su pecho, un color fascinante que resulta extraño para Byul.

Mantiene sus manos frente a ella para cubrir el resto de su privacidad. Su piel es tan blanca que es imposible no verla en la oscuridad, se convierte en algo difícil de ignorar incluso ahora.

Oh los Dioses.

Son seres tan terribles, se burlan sin decoro, se retuercen de alegría en sus tronos, siempre mirando hacia abajo. Recordándole una y otra vez que esta mujer es quien tiene poder sobre ella ahora.