Extraño elixir

XXIX

El único sonido que se escuchaba en la habitación de SOlar, era el suave susurro del agua cayendo en el recipiente de plata cuando Solar exprimía el trapo mojado. Las siervas caminaban en silencio, constantemente cambiaban el agua del tazón grande, arreglaban las manta y limpiaban el cuerpo de Solar cuando el sudor se volvía demasiado para el suave camisón de la princesa. 

La habitación estaba más iluminada, solo habían pasado unos minutos desde que Esna había ido en busca de Lady Hyejin, y desde entonces, la mujer no parecía tener planeado moverse de esa habitación. 

Se paseó con calma alrededor, mirando con poco interés la decoración de la habitación. Con suaves pasos y el ligero sonido de su tacón contra la piedra y el susurro de la tela de su vestido de invierno gris susurrando cuando se arrastraba sobre el suelo. 

-El buen Doctor no llegará dentro de cuatro días...- Murmuró la mujer noble, frunció los labios y miró a la princesa sonrojada y enferma sobre su cama. El rostro de un rojo pesado, con el sudor goteando de su cuerpo y expulsando el caliente aliento entre sus labios separados. Sus ojos se movieron detrás de sus parpados, con un sueño tormentoso que la asechaba. 

Es joven pensó Hyejin. 

Ella lo supo en el primer segundo que se encontraron por primera vez. La última vez que la había visto, era en Corona, y ella apenas y contaba con algunas semanas de nacimiento, solo era un montón de pequeñas extremidades, blanca piel sonrojada y una ligera capa de cabello fino de un castaño preciosos. Y cuando se había enterado del repentino y prematuro matrimonio del joven príncipe MinSeok, no sabía si sentirse alegre o ligeramente sospechoso.

No podía ignorar la picazón de sospechar en su cabeza, no podía dejar de pensar que todo parecía demasiado conveniente para Corona con ese matrimonio. Hyejin estaba convencida que su orgulloso Rey no estaba de acuerdo con todo eso, y sin embargo, ella cedió el matrimonio. Hyejin sospechaba de la joven princesa, imaginó encontrar a una joven astuta y engañosa, con un habre voraz de grandeza y poder que Månen infringía a sus alrededores.  

Sin embargo, cuando se encontró con la joven Solar, eso era. Joven. 

La forma en que su mirada se iluminaba cuando escuchaba las historias de Hyejin, ella era inteligente y sí, era hambrienta, pero no de poder, sino por el conocimiento, por saciar su curiosidad, por descubrir, un rasgo que los niños tienen. Y mientras más tiempo pasaba Hyejin con Solar, no podía dejar de sonreír de satisfacción al encontrar a una joven encantadora e inteligente.

Lady Hyeijn apartó la mirada de la cama. En su lugar miró a su alrededor, buscando en la habitación algo que la distrajera de sus pensamientos errantes. 

La habitación estaba ordenada, cada pieza en su lugar y sin una sola mota de polvo sobre ellas. Hyejin sabía que las siervas se encargaban de la limpieza prfunda, y a pesar de la limpieza constante en la habitación que parecía borrar todo rastro de calidez de ellas, había un aire familiar que se asociaba mas a Solar y no a Solar y MinSeok. 

Tal vez solo es por el largo tiempo de ausencia del príncipe...

Lentamente desvaneciéndose como las pisadas sobre la arena. Borrando lentamente su rastro...

Un suave golpe en la puerta llamó la atención de las mujeres en la habitación. Hyejin giró su cuerpo para enfrentar la puerta, fruncio el ceño ligeramente cuando dijo un firme "Adelante" 

La puerta se abrió con suavidad mostrando el cuerpo amplio y alto de un soldado uniformado. Con la espalda recta y su mano descansando suavemente sobre la empuñadura de su espalda, se dobló lentamente por la cintura en una reverencia respetuosa.