XLIV

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El circulo de personas a su alrededor parece aumentar con cada segundo.

Hombres y mujeres por igual se acerca a ella y le hacen tanta preguntas a la vez que es difícil contestar a todos.

Ella a sido tocada en múltiples ocasiones e incluso empujada mas de una vez, todos están impacientes por conocerla y ver que tiene ella de especial.

Saben que es una princesa de Corona, y algunos pocos la han visto con anterioridad en algún baile, pero nunca antes le prestaron tanta atención como ahora.

Desde que se casó con el príncipe de Månen Solar no volvió a salir del reino, dejando con la incertidumbre a aquellos que no pudieron asistir a su boda que fue estrictamente selectiva con sus invitados.

Solo algunos pocos tuvieron el privilegio de asistir, pero ahora...

-¡Alteza! Es un placer finalmente conocernos - Solar a escuchado esas mismas palabras una y otra vez, de distintas bocas con distintos acentos y todos ellos con los mismo ojos llenos de critica y malicia.

Solar no era ajena a las miradas que recibía, en algunos hombres la malicia y la lujuria brillaba junto a sus miradas coquetas, sonrisas que tuercen el estomago de Solar y hacen tambalear su sonrisa, y cuando intenta alejar sus manos de las garras de aquellos hombres ellos la sostienen con mas fuerza y así obligaban a sus labios a permanecer por mas tiempo del necesario en los nudillos de la princesa.

La mirada de las mujeres brillaban en los celos y la envidia, obligaban a sus rodillas a flexionarse para ofrecer una reverencia cortante, y también ofrecían sonrisas peligrosa, todas ellas llenas de envidia por tener al codiciado príncipe de Månen en su cama.

Todos esperaban que ella cometiera un error para señalarlo por el resto de su vida.

-Usted tiene que disculparnos Alteza, pero todos estamos deseosos de escuchar como se siente vivir en Månen- El resto de acompañantes sonrió lentamente, eran como una serpiente, una tan repugnante.

-Y-yo-

-Debe ser maravilloso, ¿no le parece? Vivir entre tanto lujo, ¿ha visto las maravillosas estatuas de mármol que se elevan por lo alto de los muelles? ¿y los grandes pilares de la entrada del castillo?- Solar cerro sus labios ofreciendo una simple sonrisa, ¿¡Cómo esperan que responda a sus preguntas cuando la interrumpe todo el tiempo!?

-No cabe duda que Månen se mantiene sobre los otros reinos, aunque tengo que señalar que a lo largo de mi viaje a través de tierra e visto algunas cosas que son preocupantes- El hombre se inclino al frente del circulo, susurrando sus palabras para que solo aquellos que estaban cerca escucharan.

-Los campos de cosecha están comenzando a ceder, la tierra parece estar cansada finalmente, yo, un hombre que sabe como tratar los cultivos, puedo asegurarle que para el próximo año los terrenos no darán cosechas, y aquello que los Dioses bendigan será tan grande como una naranja- El resto de acompañantes murmuro en afirmación sin saber exactamente a que se refería el hombre de Campo.

-Sería inteligente si el Rey comenzara a expandir sus alianzas, todos necesitamos de la ayuda de otros, nadie nació independiente, yo personalmente estoy dispuesto ayudar al Rey si ella lo pide, Månen posee lo que a otros nos falta y carece de lo que a nosotros nos sobra, ¿no piensa que sería un trato justo? Todo el mundo puede vivir el resto de sus vidas sin tener que preocuparse-

-Son negocios en los que todos salimos victoriosos- Cuando la palabra negocios floto en el aire todos a su alrededor comenzaron a hablar de sus comercios.

-El vino del Sur es realmente exquisito Alteza, estoy segura que al Rey le agradara, solo tiene que pedirlo y yo estoy dispuesta a negociar con ella-

Extraño elixirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora