Extraño elixir

XXXVIII

El duque estaba furioso, su rostro se encontraba rojo de la ira incontrolable, y el rostro indiferente de Byul no ayudaba en absoluto. 

Era la hora de la cena y todos compartían el comedor. 

Byul nunca había visto tanta gente sentada en esta mesa, es casi extraño, se había acostumbrado a ver solo a MinSeok y ella, o Solar y ella, nunca más de dos personas a la vez, pero ahora, cinco personas sentadas en la mesa, le era desconcertante. 

Byul se sentaba a la cabeza de la mesa, como siempre, comia con completa indiferencia, masticando con calma cada pequeño trozo de comida, tomando su tiempo para hacerlo e ignorar al resto de compañeros, ella no hablaba y no intentaba formar una conversación, es claro que no desea hablar, y Lady Hyejin lo respeta. 

Hyejin mantiene en su mayoría la conversación con Solar, la elegante mujer se sienta a la derecha de la Monarca y frente a ella a la izquierda de Byul esta Solar. 

Hyejin y Solar mantenían una conversación muy animada, mientras que el Duque, que estaba junto a Hyejin, no hace nada para ocultar sus muecas de desagrado y sus constantes gruñidos. 

Solar sabe exactamente cual es la causa de su ira, desea que no lo mencione, dese que el Duque lo deje pasar por ahora, tal vez por siempre. 

Pero no lo hace. 

El Duque Park finalmente habla. 

-¡Han pasado tres días!- Gruñe, sus manos enguantadas tiemblan contra los cubiertos con cada palabra que escupe de su boca- ¡Aníbal no desaparecería sin tener una razón!- Gruñe.

Los ojos de Solar se mueven con rapidez pero lo más discreto que puede hacia Byul Yi, esperando ver una reacción en ella, pero la Monarca esta tan tranquila como siempre, comiendo con calma sin prestar atención. 

-No hay rastro alguno- Los ojos del segundo guardaespaldas del Duque se estrechan lentamente con cada palabra, porque ellos han estado buscando a lo largo de los días y Aníbal simplemente desapareció. 

Los labios del Duque se juntaron en una fina línea, sus ojos estudiaron a la Monarca esperando a que dijera algo. 

-...Majestad, ¿tal vez usted pueda decirme algo al respecto?- Solar contuvo la respiración, Lady Hyejin solo dedico una rápida mirada a la plateada sin prestar demasiada atención a la conversación, mientras Solar esperaba con temor, ¿Qué pasa si el Duque descubre la verdad?

La plateada levanto la mirada de su comida, observando al Duque mientras cortaba un trozo de comida. 

-¿Por qué tendría que hacerlo, Duque?- Preguntó la Monarca, dejando sus cubiertos a un lado para tomar la copa de vino -¿Me veo como alguien que sostiene la correa de sus guardias?- Preguntó con calma ensombrecida -Si usted no sabe el paradero de sus hombres, ¿Como voy a saberlo yo?- 

Los puños del Duque se apretaron lentamente, un acto que no pasó desapercibido por nadie en la mesa, la Monarca alzo su ceja lentamente, deseosa de que el Duque explotara contra ella, solo un berrinche y la cabeza del Duque y su guardia rodarían sobre la mesa. 

-T-Tiene razón Majestad- Tartamudeo el Duque sonriendo con nerviosismo al escuchar el ligero tintineo de las armaduras de los caballeros a los costados del Rey -Me disculpo por mi imprudencia, Tal vez Aníbal solo esta por ahí en la ciudad- 

-Probablemente, ha olvidado el tiempo en algún burdel, son hombres después de todo, tienden a perder su mente con un cuerpo desnudo frente a ellos, su mente se encima mas allá del cinturón y eso los vuelve inútiles para sus tareas- Hablo Byul con indiferencia, con tal normalidad que en cualquier otra conversación y Solar no podía estar mas sorprendida. -Enviare un par de mis hombres en su búsqueda, si eso lo tranquiliza, no tardaran en encontrarlo- Ofreció, la mandíbula de Solar se tensó, si Solar no conociera la verdad... ella le creería a Byul cualquier cosa que dijera.