— Como quisiera conocer a ese tal Christopher — dijo Nina cuando terminamos de ensayar y nos dirigíamos a nuestras respectivas casas —. Debe de ser un príncipe para que estés tan enamorada de él.
— No sabría responderte, Nina, lo que rompe el hechizo de la belleza de Chris, es que es muy dedicado a los estudios. De hecho se gradua en este año en la Facultad de medicina.
— ¡Lo felicitas de mi parte!
— Claro.
— ¿Cuándo tiene intenciones de venir?
— Yo, no lo sé, no es fanático de viajar, mucho menos a las grandes ciudades porque prefiere el campo.
Después tuve que tomar otro camino y dejamos de hablar.
Al entrar a casa, me encontré con una postal de Italia que decía lo siguiente:
Catherine:
No podemos explicarte cuán felices somos enfrente del Coliseo Romano, tomándonos fotos. Te hemos comprado una sorpresa.
Besos:
Amelie y Carrie.Su viaje se retrasó un año por motivo del pasaporte de Carrie, pero todo salió bien.
Y, la foto de la postal, era en efecto, el Coliseo Romano, y no pude más que sentirme ilusionada porque ya tenía veintiún años y estaba logrando cosas poco a poco en Los Ángeles.
Además de ser la prima ballerina de La Academia de Danza de LA, era bailarina de fondo para los musicales hollywoodenses.
Específicamente tenía un año en Los Ángeles y teníamos giras por toda California, Nevada y Arizona. Mi ciudad favorita eran Las Vegas, con sus luces coloridas y tan llenas de vida.
Había aparecido en tres musicales, aunque en dos salía como extra en el fondo, en uno era casi co-protagonista y recibí halagadoras críticas por lo expertos.
Ya estaba tomando reconocimiento en el mundo del ballet, pues los aficionado iban a que les autografiara algo y también recibía entrevistas de grandes revistas, incluso me volví a topar con Alexander, quien dijo que se sentía orgulloso de ver cuánto había avanzado.
También estaba tomando popularidad en el mundo del espectáculo, pues mi agente tenía demasiadas propuestas que yo negaba porque estaba más enfocada en el ballet. Sí, hacía teatro de vez en cuando para salir de la rutina, pero nunca igualaría al ballet.Un día, estábamos precalentando, la graduación de Chris era en junio y apenas eran inicios de enero.
Madame Karenina estaba tan pálida como un muerto pero con una mueca de felicidad.
— Después de estos díficiles años — inició —: Se nos recompensa...
No dijo nada más, sino que nos puso a que hiciéramos ejercicios en la barra.
— ¡Ten cuidado, María, te ves frígida!
Cuando se volvía excesivamente exigente, significaba una cosa..
— ¡Max, no descuides el porte!
Aunque Madame Karenina no fue tan conocida como Madame Jolie en Estados Unidos, fue destacada por poder hacer todas las fouttes del lago de los cisnes a la perfección. Su técnica era impecable.
— ¡Catherine, más concentración!
Sí, ya sabía lo que sucedía. A medida que la música del piano avanzaba, Madame se volvía más exigente.
— ¡John, no seas tramposo! Juro haber visto que te asomabas al espejo para comprobar tu postura.
Pero es que a todos nos daba miedo en la Madame Karenina que se convertía cuando tendríamos una nueva gira.
— Jóvenes: Los detalles son los que más importan.
Estábamos descanzando después de tres horas. Todos la mirábamos con cara cansina, otros secándose el sudor, otras masajeando sus pies, yo estaba tomando agua.
— Creo que es el mejor momento para darles la noticia: ¡Haremos un tour por América! — se marchó para después volver con un pizarrón —: Escuchen bien porque no repetiré.
» Iniciaremos con Canadá: Vancouver, Ontario, Montreal y Toronto. Ya están hechas las pancartas, se bailará Romeo y Julieta.
» Regresaremos a Estados Unidos, para bailar la bella durmiente. No se asusten, conocen la coreografía. Bailaremos en San Francisco, Nueva York, Miami y en Washington DC. Y estaremos un mes ensayando aquí para el ballet de el lago de los cisnes, un clásico de verano.
» En fines de marzo, partiremos a México, en donde sólo se dará función en la Cd. De México y en Guadalajara.
» Después, iremos a Argentina, Brasil, Colombia y Perú. Finalizaremos con Cuba y Puerto Rico, me muero porque conozcas Cuba, Catherine.
¡Estaba excitada! Pero sentí pánico, tenía que realmente dar lo mejor de mí.
Cuando Amelie y Chris me contestaron, se notaba su emoción de que después de tantos esfuerzos por fin mi carrera haya despegado.
— Pero si el New York Times nos destruye, hasta aquí llegó todo — dije a Chris por teléfono.
— Algo me dice que lo harás bien. Era una sopresa, pero compramos boletos para ir a verte a Nueva York.
— ¡Qué! ¡No puedes venir, Chris!
— ¿Por qué no?
— No les conté que tengo un hermano...
— Excelente, me borras de tu vida como mamá borró a sus hijos...
— Chris, no te molestes, les enfado tanto de hablar de ti, pero no les conté que somos hermanos.
Tras una pausa, dijo:
— ¿Me darás una oportunidad?
— ¿Pero es que acaso te lo he negado de corazón?
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Las Muñecas De Dresden
FanfictionSi has leído después del segundo libro, sabrás que Cathy y Chris no tuvieron una vida sin conflictos. Este fanfic tratará sobre lo que sucedió después del escape pero de color rosa.