2; Falsa cita

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No, no y no. Rotundamente no. Me niego. Es una mala idea y todos lo saben, excepto Ethan, él vive en un mundo que no es el nuestro porque todos compartimos ahora un secreto.

Heidi está eligiendo un modelito mientras Elsa y Julie están sentadas en mi cama comiendo palomitas porque esto les parece divertido. A mí está a punto de darme un infarto y a nadie parece importarle. Me voy a desmayar.

Pongo una mano en mi frente y veo como Heidi habla sin parar sobre Dave. Me importa un pepino y medio de qué universidad es, cuántos años tiene y qué está estudiando.

— ¿Me estás escuchando? —Me pregunta Heidi con un vestido negro entre sus manos—. ¿Os gusta este? —Se dirige a Bonnie y Clay que están tan tranquilas en mi cama y ellas asienten—. Perfecto. Escucha, Paris, esto no te agrada, a mí tampoco —pone una mano en su pecho—, pero tienes que hacerlo por mí. Solo será esta noche y podrás decirle a Ethan que has roto con Dave.

Ethan, a pesar de que no sospecha nada de esto, es inteligente, y a veces pienso que él puede leerme, meterse en mi cabeza y saber qué está pasando. Al principio no me caía bien porque me miraba fijamente y yo no sabía dónde meterme porque me ponía incómoda.

Ahora, con solo una mirada de su parte, basta para darme cuenta que ya sabe lo que oculto. Ethan puede ver a través de mí, lo sé. Las neuronas no se le han muerto con tanto choque en el futbol, al contrario, han evolucionado, estoy segura.

— ¿Y si nos descubre? —Miro mi pequeño armario—. ¡Estarías en un buen lío!

— Te estoy contando todo lo que sé sobre Dave, y a Dave le he contado todo lo que sé sobre ti, irá bien si te relajas porque estás poniéndome de los nervios.

— ¿Vais a venir? —Miro a las chicas.

— ¡No me lo perdería por nada del mundo! —Ríe Elsa.

— Ni yo —Julie mira a Elsa—. Además, así salimos en pareja, ¿no es emocionante? Ya no vas a tener que sujetar ninguna vela, Paris.

— Ja ja ja —le saco la lengua y miro mi ropa.

Me ducho, me arreglo y estoy lista media hora antes de que Ethan llegue. Heidi está más nerviosa que yo y la verdad es que ahora está haciendo que quiera subirme por las paredes mientras me repite la misma información de hace dos horas.

— Estudia en la universidad de Indiana, tiene nuestra edad, es hijo único y su color favorito es el verde.

— Lo conocí por Tinder y nuestra primera cita fue en Starbucks por si acaso era un asesino —digo.

— Sin bromas, Paris, por favor —Alisa su vestido y se gira—. ¿Cómo me veo?

— Como siempre.

Heidi coge un cojín de su cama y me lo tira. Me río y me levanto de la cama para echarme perfume. Me acuerdo de lo que Heidi me ha contado sobre Dave, y espero que él se acuerde de mi vida. Me miro nerviosa al espejo y respiro hondo, recibiendo un mensaje de Eric dándome mucho ánimo y apoyo.

— Ah —dice Heidi antes de salir de la habitación—. También juega al fútbol, es el quarterback de su equipo, no lo olvides.

— ¡¿Sales con el enemigo?! —Alzo mis manos y salgo de la habitación, donde las chicas ya están arregladas.

— ¿Enemigo? Es un chico, por el amor de Dios, eres peor que los tíos.

El timbre suena y Heidi me mira nerviosa. Estoy preparada, o eso creo. Ethan está fuera y besa a su novia haciendo que yo mire la situación incómoda. Echo mi pelo castaño hacia atrás para dejar mis hombros libres y miro a mi alrededor porque supuestamente, Dave debería estar aquí ya.

VERSUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora