Leo atentamente los apuntes que tengo en las hojas sueltas y miro mi ordenador donde un Word está abierto. Casi he terminado. He tenido varios días para poder adelantar algunos trabajos y ahora que no hay peligro de muerte inminente, he decidido salir de la cama y seguir con mi vida.
Está nevando fuera y miro por el ventanal con una mueca en mis labios. Odiaba el invierno. Llevo muy mal no poder salir y sentir el calor del sol sobre mi rostro. Me gusta ver la hierba, escuchar a los pájaros cantar y mirar al cielo claro sin sentir el frío sobre mi cara. Lo peor es que aún nos quedan unos cuantos meses de invierno y yo quiero que sea verano para volver a casa y alejarme de personas que no me hacen ningún bien.
Khalid suena en mis oídos y con los auriculares puestos evito que la gente me hable. Le he comunicado a Eric mi decisión de no ir a los entrenamientos y él, muy a su pesar, ha aceptado a no ir tampoco. Después de tres años yendo a cada entrenamiento, me resulta raro estar en casa o en la biblioteca mientras los chicos entrenan.
Levanto mi vista y veo a Ethan Hall con su pelo peinado hacia atrás y una sonrisa en su rostro. Se sienta frente a mí y ladeo mi cabeza cuando veo que lleva un ramo de flores.
Sus labios se mueven pero no lo escucho. Muy a mi pesar, tiro de los auriculares y los dejo encima del portátil.
— Hola —dice—. ¿Cómo estás?
— Bien, ¿y tú?
— Bien —mira hacia el ramo de flores—. Esto es para ti —estira su brazo y me pone el ramo cerca—. Lo hemos comprado entre todos los del equipo. Te echamos de menos por allí.
Estiro un poco mi brazo y cojo el ramo. Hortensias, moradas y blancas.
— Gracias —las huelo—. No teníais por qué hacerlo.
— Claro que sí. Eres nuestra mejor animadora.
— Ya... —murmuro y dejo las flores a un lado.
— Es una pena que el entrenador no quiera público.
— Sus razones tendrá —me encojo de hombros.
— Nos asustamos cuando no despertabas. Te diste un buen golpe con el banco.
Ambos nos quedamos callados y cierro la pantalla de mi portátil para verlo mirando a sus manos. Tiene que decirme algo y no sabe cómo hacerlo.
— ¿Qué quieres decirme?
— ¿Qué te ha pasado con Heidi? Tus cosas no están en la habitación.
— Elsa me ha hecho el favor de dormir ahí para que tu novia no me envenene. Ha sido todo un detalle.
— ¿Envenene?
— Sí. Hemos tenido una fuerte discusión.
— Heidi te quiere, eres su amiga.
— En tus sueños, Ethan Hall —me río—. Ella ha dejado de ser falsa conmigo y me he dado cuenta que no es quién es.
— Si no me explicas qué ha pasado, no puedo entenderte.
— ¿Qué tal el plan en la cabaña? — Cambio de tema y Ethan niega con la cabeza.
— No vamos a ir. Su abuela está en el hospital y va a ir a verla este fin de semana.
Alzo una de mis cejas y Ethan carraspea porque no hablo, solo lo miro, seria. Es hora de decírselo.
— ¿Te han devuelto el dinero? —Pregunto.
— No todo —hace una mueca.
— Ethan —empiezo. Aunque estoy llena de ira, sé que tengo que decírselo con cuidado. O quizás puedo decirle que creo que Heidi tiene a alguien más y que él investigue por su cuenta.
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VERSUS
Teen FictionTu paso por la Universidad siempre marca un punto importante en tu vida. Hacer nuevos amigos, ir a fiestas, quedarse dormida en clase, animar al equipo en los partidos de fútbol y conocer demasiado bien al amante de tu amiga. Paris Duch no se imagi...