Muerdo el croissant de chocolate mientras Eric me mira. Sé que quiere un poco, pero no va a pedirme porque está muy volcado en su nueva vida fitness.
El entrenamiento del equipo sucede frente a nosotros y ambos estamos sorprendidos de que el entrenador no nos haya echado. Supongo que ya se ha dado por vencido.
— Eres una mala amiga —dice mordiendo su barrita energética.
— Eric, comer esto es lo mejor del mundo. No me importa engordar mientras siga estando saludable.
— No digo eso, simplemente esperaba que me apoyaras un poco.
— ¿Quieres un poco? No se lo diré a Lucas.
Mi amigo me arrebata el croissant de las manos y le da un gran bocado. — Que le den a la comida sana, esto está muy bueno —lo saborea.
— ¿Vas al gimnasio con Lucas?
— Sí.
Lucas se ha mudado a Notre Dame y ahora está viviendo con mi amigo en un pequeño piso. Trabaja también en el bar de Dave pero apenas hemos coincidido.
— Vamos a organizar una cena el viernes, nos gustaría que vinieses.
— Vale. Mira que contento está Joe porque es el capitán del equipo.
— Más contenta tiene que estar Pyper. Ha pasado de no tener ni idea de fútbol a ser una ultra, incluso más que tú.
Me río y le doy un trago a la botella de agua para después pasársela. — Joe se lo merece, se ha esforzado mucho.
— Ojalá algún equipo se interese por él.
Hago una mueca deseando que así sea porque es verdaderamente difícil.
— Te echaba de menos. Últimamente has estado muy ocupada durmiendo.
— He estado en el restaurante. De verdad que no le veo futuro a mi vida. Creo que me voy a meter a narco.
Eric escupe el agua que está bebiendo y suelta una carcajada que hace que el entrenador y varios chicos del equipo miren.
— ¿A narco? La policía te terminaría cogiendo.
— Pero viviría intensamente antes de que me encarcelaran.
— Me uno a tu banda, entonces.
— O me haré novia de un narco.
— No creo que a Ethan le guste eso —ríe un poco y mira al entrenamiento.
— ¿Y ser narco sí? —Pregunto en tono burlón.
Miro al entrenamiento también y observo a los chicos hacer flexiones. No había muchos nuevos porque las pruebas habían sido duras y muchos no la habían pasado.
Noah está allí, haciendo flexiones con un brazo y el otro detrás en su espalda. El chico está fuerte y sé, cuando levanta su vista y me mira, que tengo que alejarme de él porque tiene pinta de que va a meterme en muchos problemas.
— Esta noche iré a cenar a la pizzería con Lucas.
— ¿Llevas a tu novio a cenar al trabajo?
— Nunca he ido —se ríe—, y a él no le importa, o eso creo. Noah no deja de mirar para acá.
— Ya me he dado cuenta —murmuro.
Al salir del recinto, Noah me intercepta a toda prisa. Lo miro mal, aunque supongo que fue mi culpa emborracharme de esa manera.
Supongo no, es que lo fue.
— ¿Cómo estás?
— Me sacaron fotos saliendo de tu casa.
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VERSUS
Teen FictionTu paso por la Universidad siempre marca un punto importante en tu vida. Hacer nuevos amigos, ir a fiestas, quedarse dormida en clase, animar al equipo en los partidos de fútbol y conocer demasiado bien al amante de tu amiga. Paris Duch no se imagi...