44; Fiesta.

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A Ethan eso de tener a alguien que lo siguiera era perturbador. A mí me hizo gracia. La chica no parecía mala persona, sí un poco loca, pero tampoco era para alarmarse.

Mi se mueve incómodo mientras ella lo saluda desde la otra acera y levanta su mano en forma de saludo.

— ¿No sé acerca para una foto? —Le pregunto.

— Ya tiene una. Dos... Veinte, quizás. Debe tener su móvil llena de fotos nuestras.

— Seguro que tiene más contigo que yo &agarro su mano y camino a su lado—. ¿Es guay tener fans?

— Sí y no. Si son cómo esta chica, no. Vaya locura. ¿No tiene nada que hacer?

— Me recuerda a cuando era fan de los Jonas Brothers. Ojalá poder haberlos seguido por todas partes.

— ¿Los Jonas Brothers? —Me mira con el ceño fruncido— Veo que tu gusto por la música es malo desde hace tiempo.

Ruedo los ojos y golpeo su brazo con mi mano libre. Los Jonas Brothers eran lo mejor del mundo. Esos tres chicos habían robado mi corazón cuando era adolescente. Tenía mi habitación empapelada con sus caras y ahora que lo pienso, sí, da un poco de miedo.

— ¿Va bien el coche? —Pregunta.

— Sí, sobre ruedas —Ethan me mira de reojo y sonríe de lado—. Va muy bien. Estaré toda mi vida en deuda contigo.

— ¡No seas exagerada! —Exclama— Estoy empezando a ganar dinero. Poco a poco será más.

— ¿Me comprarás un anillo de diamantes?

— ¿Quieres un anillo de diamantes? —Él se para en seco y me mira.

— Para venderlo cuando me dejes por una modelo rubia de piernas largas y ojos azules con sonrisa de anuncio de pasta de dientes.

— ¿Qué? —Su mano suelta la mía y pone su brazo alrededor de mi cuello. Tengo que agarrarme a su cintura porque empieza a caminar casi arrastrándome— Tu hermano me avisó que eras tonta, pero no me imaginé que tanto —Frota sus nudillos en mi cabeza y me quejo.

— ¡Tonto! —Le grito cuando me suelta.

Él ha salido corriendo un poco para que no le pegue. Me pongo bien el pelo y lo miro mal, cruzándome de brazos.

— No me hace gracia.

— ¿Que piense que eres tonta o el frotamiento de mis nudillos? —Pregunta enseñándomelos mientras se acerca.

— Tus nudillos.

Ethan sonríe abiertamente y rodea mis hombros con sus dos brazos haciendo que mi cara de en su pecho. Besa mi coronilla pero no lo abrazo de vuelta.

— No tengo un hermano pequeño al que poder hacérselo. Estaba deseando tener una novia como tú para ello.

— ¿Una novia como yo? —Miro hacia arriba con una de mis cejas alzadas.

— Pequeña e indefensa —Le piso un pie— ¡Ay!

Se separa de mí y lo esquivo para ir hacia el coche con una pequeña sonrisa formándose en mis labios. Su mano agarra la mía y tira de ella, girándome. Su mano libre se pone en mi cuello y agacha su cabeza hasta que nuestros labios chocan.

Tiene que dejar mi mano libre para que pueda apoyarme en su hombro y alzarme sobre la punta de mis zapatos para que él no se agache tanto.

Nuestros labios calientes se mueven en sincronía y su lengua da en ellos. Abro mi boca para recibirla con gusto y el sabor a café inunda nuestras bocas con el juego de nuestras lenguas.

VERSUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora