Menuda resaca. Decir que no voy a beber más en la vida es mentirme a mi misma, así que, me conformo con decir que no voy a beber de la manera en las que bebí ayer. Tampoco comí mucho, así que, el alcohol me golpeó el hígado como si fuese un boxeador.
Por suerte, soy capaz de abrir un ojo e ir arrastrándome al cuarto de baño a hacer pis. Quiero agua, mucha agua y cuando me acerco a la isla de la cocina después de ir al baño, veo a Sienna sentada en el taburete y a Connor haciendo... ¿Tortitas?
- ¿Desde cuándo eres cocinero? -Le pregunto sentándome en el taburete libre.
- Desde que vive conmigo -dice Sienna con una sonrisa radiante en su rostro.
¿Por qué soy la única que está hecha mierda?
- Yo también quiero desayunar -digo dejándome caer en la barra de la cocina.
- Te daré las quemadas -dice mi hermano.
- No seas malo, ¿no ves cómo está? -Sienna pasa una mano por mi pelo y lo aparta de mi cara para verme mejor- El vino que tiene el vino... --Canturrea.
- Estoy que me muero -jadeo-. No me importaría morir.
- ¡No digas eso! -Se ríe ella.
- ¿Ha ido a entrenar? -Pregunto.
- Sí -responde Connor poniendo las tortitas frente a nosotras-. No tardará en venir. Hmmm, Paris...
Lo miro, tiene una mueca en su rostro y sus ojos azules me miran inseguros porque no sabe si decirme lo que tiene que decirme o no. Y no es porque esté de resaca, si no porque puedo pasar de ángel a demonio en menos de un segundo.
- ¿Qué?
- Hemos visto las fotos saliendo de casa de ese chico.
- Oh, por el amor de Dios -doy un golpe con mis manos en la mesa.
- Ethan es mi amigo y no quiero que os hagáis daño. Eso es todo. Es que ni siquiera sé qué cojones hacéis juntos, la verdad. Esto, no saldrá bien -me apunta con la espátula.
- No estaría con él si no lo quisiera y creo que él también siente lo mismo.
- ¿Querer? ¿Y por qué ahora?
- Ah, bueno, quizás hubieras preferido a Dave.
- Creo que sí, aunque no lo pueda ver.
- ¿Tú eres tonto o qué?
- No creo que debas meterte en eso -se mete en la conversación Sienna, con la boca llena-. No somos quién para decir a quién debe querer o no.
- Ethan ha estado dos años con Heidi y mi hermana ha pasado de él desde el minuto uno, incluso estando soltero, y ahora, lo deja con Heidi y... ¿Le gusta?
- Me duele que me digas eso, Connor -hago una mueca.
Me siento mal.
Mal porque no me gusta que la gente dude de mis sentimientos hacia Ethan porque los tengo. Sí, vale, no me he fijado en Ethan antes porque vamos, tenía novia y era mi compañera de habitación. Ni siquiera me había interesado conocerlo más allá del hola y el adiós.
Connor y Ethan eran populares y yo siempre he intentado alejarme de todo eso.
Alejarme de los chismorreos y toda esa mierda.
- ¡Es que no entiendo por qué tienen que gustarte mis amigos! ¡Menos mal que Levi piensa con la puta cabeza!
Me cago en la puta y en la bocaza de Ethan. Frunzo el ceño, pero bien fruncido. Estoy enfadada, indignada y también triste, pero eso no dejo que se vea.
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VERSUS
Teen FictionTu paso por la Universidad siempre marca un punto importante en tu vida. Hacer nuevos amigos, ir a fiestas, quedarse dormida en clase, animar al equipo en los partidos de fútbol y conocer demasiado bien al amante de tu amiga. Paris Duch no se imagi...