18; Versus

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La noche no mejoró. El ex novio de Sienna, Ricky, no tardó en aparecer exigiendo hablar con ella. Todos nos quedamos mirando la escena hasta que Levi, con su musculoso cuerpo, se interpuso entre los dos y le dijo que se fuera.

Un empujón de Ricky hizo que Levi lo empujase más fuerte y la tensión incrementó. Koru y Agnes se apartaron a la velocidad del rayo porque no querían estar en medio si algún golpe volaba.

Tuve que echarme hacia atrás cuando Ricky avanzó hacia Levi pero Sienna lo paró. Con palabras suaves y tranquilizadoras se lo llevó de allí mientras Levi apretaba la mandíbula con rabia.

Ethan ni se había inmutado, había estado bebiendo hasta que Seth y Connor tuvieron que llevarlo al coche y dejarlo en el asiento trasero.

Yo había conducido con cuidado bajo los copos de nieve y había ayudado a Connor a acostarlo. El castaño estaba completamente K.O cuando lo dejamos en la cama y Connor había suspirado pesadamente.

Seguía jodido con Heidi. Ethan no conseguía entender el por qué. Nadie lo había entendido, solo ella.

Los tres habíamos dormido en la habitación de los chicos para no despertar a los demás.

Abro los ojos y me estiro en la cama. Cambio de posición y veo por las cortinas entra claridad del día. Delante de mí está la cama donde acostamos a Ethan. Él sigue ahí, pero Connor no está en la cama de al lado.

Me incorporo y me siento en el borde. Paso las manos por mi rostro y siento el cansancio en cada parte de mi cuerpo. Los músculos los tengo entumecidos y tengo que estirarme. Levanto mis brazos y bostezo al mismo tiempo.

Los chicos tienen que volver mañana para entrenar antes de la final. La

College Football Championship Game. La Universidad de Indiana de Bloogminton y La Universidad de Notre Dame se veían en la final las caras.

El estadio escogido ha sido en Santa Clara, California, por lo que todos vamos en avión. Los billetes los reservamos el día anterior ya que irá toda la família.

— Deja de mirarme, Duch —escucho un murmullo de Ethan y parpadeo un par de veces.

— No te estaba mirando.

La verdad es que sí, pero no conscientemente. Quedarme mirando a un punto fijo era mi deporte favorito, si es que se le puede llamar deporte, ya que es lo único que hago.

— Necesito una pastilla —se levanta—. No recuerdo nada de ayer.

— Bueno, cogiste una buena —digo. Sus ojos se posan en los míos y observo sus brazos desnudos.

— Dime que no hice ninguna estupidez.

— No la hiciste —me apresuro a decir.

Él asiente y vuelve a poner su cabeza sobre la almohada. Sus piernas también están desnudas porque ayer nos encargamos de quitarle la camiseta y los pantalones.

Yo había mirado con disimulo para que Connor no se diese cuenta que sí, el chico me pone. ¿A quién quiero engañar? Ethan es totalmente sexy, al igual que Dave y algunos chicos del equipo.

Sus músculos están bien formados, pero no en exceso y su abdomen tiene esos cuadritos que todos los chicos desean pero pocos consiguen.

Dave es igual, aunque un poco más delgado que Ethan. Carraspeo un poco y me levanto, buscando por allí mis zapatillas. Nuestra ropa está tirada en el suelo y recuerdo con pereza la noche anterior. No ha sido una de mis mejores noches. La música ánimo un poco el ambiente pero no fue suficiente.

— ¿Me traes el desayuno a la cama? —Jadea un poco y pone las manos en su rostro.

— Mi madre nos mataría a ambos. Nada de desayunar en la cama. Te recomiendo que te vistas antes de bajar —recojo mi ropa del suelo y escucho la melodía de mi móvil.

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