Insatisfacción [Lams] [Hamliza]

1. El hijo de la Prostituta y el Escocés.

¿Cómo un bastardo, huérfano, hijo de una prostituta y escocés, dejado en medio de un lugar abandonado en el Caribe por la providencia, empobrecido, en la miseria, crece para convertirse en un héroe y erudito?

-¿Y cuál es tu nombre, pequeño? —Pregunto una señora con panes en la mano.

-Alexander Hamilton. Mi nombre es Alexander Hamilton —Respondió el crió de nueve años y cabellos marrones alborotados con algo de timidez.

-Bien, pequeño Alex, aquí están los panes que tu madre encargado, recuerdale que ya me debe bastante y que me debe pagar antes de pasado mañana, como lo prometió —Le entregó los panes al niño.

-S-Sí... —Tomó los dos panes y se comenzó a alejar. Caminando por la calle, el pequeño veía a todas las personas pasar a su lado y él sólo quería llegar a su casa donde sabía que su madre y tal vez su padre también lo estarían esperando.
Pero cuando unas personas se apartaron de un callejón cuando él pasó, vio dos niños un poco más jóvenes que él. Estaban sucios y lucían hambrientos.

-Mamá se enojará, pero... -.

Se acercó al callejón y pico una barra de pan que le dio a los niños, uno de ellos sonrió y el castaño se sintió bien al ver eso. Retomó su rumbo a casa al alejarse del callejón.

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-Mamá, ya llegue —Alex cerró la puerta al entrar.

-Alexander —Una mujer de ondulado cabello marrón salió de lo que parecía ser la cocina— Al fin llegas, me estaba empezando a preocupar —Se agachó a la altura del niño con una sonrisa de alivio.

-Perdón, mamá, es que aún no había salido el pan -.

-Esta bien, mientras vuelvas con vida es suficiente para mí —Tenía sus manos en las mejillas del pequeño y le besó la frente— Mi Alexander... -.

-Madre... -.

-Si sonríes, yo seré feliz -.

Alex miró fijamente los ojos negros pero hermosos de su madre y embozo una sonrisa.

-Mamá, espero que no te molestes, pero le di la mitad del pan a unos niños que viven en un callejón —Le mostró el pan.

-Oh, Alex -.

-¿No estas molesta conmigo? -Preguntó asustado.

-Claro que no, sé que eres muy noble y lo que hiciste muy pocas personas lo hacen, pero recuerda que no tenemos mucho, ¿Okey? -.

-Sí... ¡¿Papá vendrá hoy?! —Puso un rostro de emoción.

-Bueno... No ha avisado que venía, no estoy segura -.