Insatisfacción [Lams] [Hamliza]

22. ¿Y ahora qué?

La Batalla de Yorktown ha terminado, Estados Unidos gano y ahora es libre.

Las tropas británicas están regresando a casa, a Gran Bretaña. La noticia no tardo en llegar a oídos del Rey, quien leía su periódico tranquilo en su enorme sala.

-Dices... que por mi guerra nunca estarás dispuesto a pagar, ¡Loco es! ─Se levanto de su gran sofá elegante─ Me engañas con Francia y ahora peleo con ellos y España... Estoy triste, creía que lo habíamos acordado al tú marcharte... -.

El Rey se dirigió a un muro donde estaba pegado "Estados Unidos" en un gran tamaño. Se quedo mirando eso un momento.

-Eras mío para someter... -.

El nuevo, quien se encargaba de escribir lo que decía el Rey, en este momento sólo estaba de espectador, junto a la sirvienta que estaba a su lado.

-Esta hablando solo otra vez... ─Le susurro a ella.

-Cállate -.

-Sé que no tenemos que cuestionarlo, pero ya tengo unos cuantos años aquí desde que empezó esa guerra, creo que... -.

-Cállate... ─Lo miró molesta─ Él es el Rey, cuestionarlo no es una opción. Guarda silencio, si te escucha te aseguro que te mandara a degollar... -.

-Aun con tu gran alejamiento, tengo sólo una pequeña pregunta para ti... ─Se volteo, señalando al chico quien escribía sus mensajes.

-¿A-A mí, Majestad? ─Respondió nervioso y temblando un poco.

-Cállate ─Le susurro la sirvienta al lado de él.

-¿Y ahora qué? ─Se acerco a ellos levantando los brazos en señal de duda─ Ya eres libres, ¿Sabes que gobernar puede ser algo difícil? ─Rodeo por los hombros al chico─ Ahora están solos... Genial, wow ─Empujo al chico, haciéndolo caer sobre la sirvienta y volvió a dirigirse hacia la imagen de Estados Unidos en la pared un mueble.

-Oye, quítate, debemos estar listo para todo ─La sirvienta se quito al chico de encima y se levanto, sacudiendo su ropa para limpiarla.

-Lo siento, él me empujo -.

-Cállate, no te quejes. Si lo hizo, lo hizo y ya ─Lo vio levantarse─ Somos ovejas, él el pastor -.

-Sabes acaso lo que va a pasar ahora ─Ahora caminaba hacia el balcón─ Mares suben ─Levanto su brazo, con una ola estallando contra la ropa─ ¡Imperios caen! ─Se dio la vuelta mirando a los otros dos, con los brazos hacia los lados y su típica sonrisa extraña─ Es difícil ser quien todo lo decide ─Camino hacia ellos y se sentó en un sofá que estaba al frente─ Totalmente solo, al otro lado del mar... Cuando las personas digan que te odian... ─Volteo mirando a la imagen en la pared detrás del sofá─ No vuelvas arrastrándote a mí ─Y se levanto─ Da da dat da dat da da -.

-Muévete ─La sirvienta empezó a bailar con los hombros.

-¿Qué? ─La miró y capto lo que le quería decir─ Oh, claro ─Empezó a bailar con los hombros, moviendolos de arriba a abajo.

El Rey veía a los dos siervos bailando, al menos algo de alegría podría tener en ese momento.

-Estas por tu cuenta ─Dijo tocando la imagen de Estado Unidos en pared.

Los siervos dejaron de moverse para permanecer firme de nuevo. El Rey fue al balcón a mirar el océano.

-Esto si que afecto al Rey ─Comento el "Escritor".

-Cállate ─Le respondió ella como siempre.

-¿Podrías dejar de decir eso? Estoy susurrando, no creo que me mate por hablar ─Le respondió algo enojado.