Insatisfacción [Lams] [Hamliza]

4. Huérfano.

Pasó todo un año desde la muerte de su madre. En ese tiempo, su primo, Peter Lytton, logró recuperar los libros que le pertenecían a ella, inscribirlo nuevamente en una escuela. Y gracias a esos libros de su madre, no necesito cursar el año que perdió, aunque tenía que forjar mejor su educación.

Un cerebro tan brillante tiene que pulirse.

-¡Ya llegue! ─Entró a la casa, dejando sus libretas en el sofá.

-Alexander... ─Su primo se asomo por la puerta de su habitacion, detrás del sofá.

-¡Peter! ¡Tenías que estar en la escuela hoy, no adivinaras lo que pasó! ─El menor se acercaba hacia el azabache con un rostro muy enojado.

-Creo que lo leí en alguna parte... ─Levanto su mano donde tenía una carta proveniente de la escuela secundaria del menor, era de la directora.

-Ouh... ─Bajo la mirada─ ¡Tiene explicación! ¡Ellos empezaron todo, no podía dejarlo pasar! ─Rápidamente volvió su tono de enojado.

Normal actitud para un pre-adolescente de trece años.

-Alex, esta es la tercera vez en el mes. Si sigues así te sacaran de la secundaria ─Se acerco moviendo la carta en su mano─ Lo leí en la carta, pero quiero oír tu versión -.

Alex se abrazaba a sí mismo apretando los dientes y evitando mirar a su primo, se notaba el enojo e impotencia en su mirada.

-¡Insultaron a mi madre! ¡Todos ellos! ¡No podía permitirles hablar así de ella! ─Exclamo liberando su enojo─ Debiste haberlos visto, seguro mi padre no los dejaría ir. Decían puras mentiras, insultos y acusación. ¡¿Cómo se atrevían a hablar así de ella?! ─Movía sus manos como intentando interpretarle al mayor lo que pasaba.

-Alex... -.

-¡Osea, eran unos idiotas sin cerebro! ¡Mi madre no era nada de lo que ellos aseguraban, era un mujer honrada que trabajaba para sacarme adelante y darme lo mejor! ¡Ellos no saben eso! ─Estaba comenzando a soltar sus lagrimas.

-Alex -.

-¡Te juro que si el guardia no me hubiera detenido, le parto la cara a ese mono sin cerebro que se hace llamar humano! -.

-¡Alexander! -.

-¡¿Qué?! -.

-Estas llorando... -.

-¿Qué...? ─Pasó sus manos por su rostro y pudo sentir las lagrimas─ Ah... -.

-No todo se resuelve con violencia, ¿Entendiste? Tienes que ser moral, hablar con esos niños, ¿Oíste? -.

-Sabes que no sé hablar con las personas, sólo gritarles cuando me enojo ─Miro hacia un lado haciendo puchero.

-Mmm... ─Se coloco en una pose pensativa─ Creo conocer a alguien que te ayudará con tu sociabilidad. ¿Quieres conocerlo? ─Le sonrió.

-¿Quien? -.

-Cámbiate, iremos a verlo ahora -.

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-¿A donde vamos? ─Alex miraba alrededor. Podía ver los almacenes y cajas de carga por todos lados.

Estaban en un puerto de comercio.

-Visitaremos a un amigo, estoy seguro de que él podrá ayudarte ─Le respondió Peter.

-Ah, ¿Quien es? ─Miro a su primo algo curioso.

-Ya verás... -.

Llegaron a la orilla del puerto, donde había un puente que llegaba al barco. Sobre ese puente, varios hombre cargaban cajas que subían a tal embarcación. Entre todos esos hombre, había uno que parecía dirigirlos a todos.