Casi una semana desde que su familia se fue al Norte para pasar el verano con su suegro, el Tesorero aún se encontraba en su oficina intentando terminar el plan para mostrárselo al Congreso, pero algo andaba mal. Se sentía demasiado casando, estresado por las noches que no ha dormido, pues desde que se fue su esposa no había nadie que le dijera que fuera a dormir, era libre de acostarse a cualquier hora, pero no se acostó mucho en ese tiempo.
¿Cuándo has visto a un bastardo huérfano más necesitado de un descanso?
Débil, estresado, con terribles ojeras y un rostro de muerto. Se estaba dando cuenta de que necesitaba a su esposa para poder dormir, ya que él no veía la hora para poder irse a dormir, sabía que era de día por la luz del sol que entraba en su ventana y dormía sólo unas tres horas máximo. En verdad no tenía límites.Oh, Eliza, no podía sacársela de la cabeza. Su amada esposa, cuanta falta le hacia su positividad y ánimo, que le gritará que fuera a dormir pues él no tenía la propia voluntad para detenerse, tenía que terminar.
Quería tanto ver a Angélica, extrañaba mucho a su esposa. Aquí es cuando se arrepiente de no haber ido a ese viaje, pero lo hecho, hecho esta. Nada va a cambiar que él no haya ido con todos los demás.
Él sol aún entraba por su ventana, así que debía ser mañana o tarde, pero él ya ni sabía. Se estiro y hecho su cabello para atrás en un intento de desestresarse, el cual no sirvió de mucho
Entonces, la puerta de su hogar fue tocado. Alexander se quedó extrañado, ¿Su familia regresaría tan pronto? En estos momentos ya deben estar llegando a Albany, ¿Habrá pasado algo?
Sin hacerse más preguntas, se levantó de su escritorio ya que los golpes a la puerta lo estaban volviendo loco. Bajo las escaleras tambaleándose un poco, pero agarrado del pasamanos para no caerse y logro llegar a la planta, donde el timbre aún sonaba.
-Ya voy, ya voy ─Informo para que quien este del otro lado dejará de tocar, cosa que tuvo existo.
Llego hasta la puerta y la abrió, cegándose por la luz del sol que no había visto desde hace varios días.
-¡Alexander...! ─Reconociera esa voz animada en cualquier parte, no podía ser verdad.
-¿J-Jackie...? ─Parpadeo un par de veces para adaptarse a la luz, intentando aclarar su vista lo suficiente para poder ver a quien estaba delante de él.
-Sorpresa ─Dijo el castaño un poco más alto que el otro, con su típica sonrisa.
Alexander finalmente recupero la visión y lo vio, de verdad era él.
-Jackie, ¿Qué estás haciendo aquí? -.
-Bueno, como no nos vemos en persona desde hace tanto, y aprovechando que mi hija fue a pasar verano con mi padre, cosa que no aprobé por cierto, pero es mi padre y él no acepta un "no" de mi parte, así que no pude decir más. Ajam, en fin... Decidí venir a pasar este verano contigo y tu familia, espero no venir en mal momento o arruinar algún plan ─Respondió mientras el contrario lo dejaba entrar.
-No interrumpes ningún plan, yo me negué al que teníamos y heme aquí ─Extendió los brazos con una sonrisa cansada.
-¿Y tu familia? ¿No están aquí? -.
-No, ellos... ─Cerró la puerta─ Fueron a pasar el verano con mi suegro en Albany, yo no pude ir -.
-¿El trabajo, cierto? ─Alzo una ceja.
-Sí, pero esta vez es importante. Necesito llegar hasta el Congreso, necesitamos este plan para el manejo del dinero -.
-¿Jefferson, verdad? Por lo que me contaste en tus cartas, es un maldito esclavista que no acepta tus planes. No sé qué tiene en la cabeza, haces buenos planes, así conseguimos pelear en la guerra -.
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Insatisfacción [Lams] [Hamliza]
Rastgele¿Que pasaría si Laurens no muere en la guerra? ¿Qué pasaría si Alexander es quien cae a los pies de Eliza? ¿Qué pasaría si Alexander le dice "no" a Maria? ¿Qué pasaría si a él le rompen el corazón? La historia de nuestro Padre fundador favorito de A...