Insatisfacción [Lams] [Hamliza]

37. Incomoda cena.

El verano finalmente terminó, pero eso no cambiaba nada en la casa de los Hamilton, las sombras seguían rondando sus vidas.
John Laurens y su hija se mudaron a una casa cerca de la residencia Hamilton, visitándolos tan seguido que pareciera que vivían ahí.
Eliza y Alexander no tenía mucho contacto, sólo unas miradas de vez en cuando, pero nada cómodas.

Mientras, la única hija de los Hamilton, Angélica Hamilton, esperaba a su hermano en su clase de música que recién había terminado, como todas las veces. Él salia de su escuela para recogerla e ir juntos a casa.

Mientras esperaba, cantaba una canción, aquella que le escribió a su padre hace tanto tiempo.

-Aquella flor roja del jardín, deberías dársela a ella. Ponla en su cabello y... aleja la tristeza de su interior. Esa flor roja, la única flor roja, debería estar en su cabello... ahí podrá brillar igual que, el más grande sol de verano... como el gran sol de verano... -.

-Que bonito ─Escucho una voz a su lado.

-¿Ah? ─Volteó algo sorprendida, no esperaba que nadie la estuviera oyendo.

-Perdón si te asuste, pero te oí cantar y sólo quería decirte que lo haces muy bien ─Sonrió la chica.

-B-Bueno, gracias ─Sonrió avergonzada─ No esperaba que alguien me oyera -.

-Pasaba por aquí y te oí, cantas muy hermoso, ¿Cómo te llamas? ─Se sentó a su lado en la banca.

-Angélica Hamilton, es un placer -.

-Theodosia Burr, igualmente, Angélica. Mmm... ¿Hamilton? Me es muy familiar -.

-¡Pues claro! ─Se levanto─ ¡Soy la hija de Alexander Hamilton, el mejor abogado de Nueva York! -.

-Oh, claro, por eso me sonaba. Mi padre me ha hablado de él algunas veces, solían ser compañeros -.

-¿Compañeros? -.

-Sí, mi padre es Aaron Burr, el Senador de Nueva York ─Sonrió.

-Aaron Burr... ─Desvió la mirada algo triste.

-¿Qué sucede? -.

-Nada, sólo recordé algo -.

-¿Tiene que ver con mi padre? ─Se levanto para acercarse a ella.

-Bueno, sí, pero no quiero crearte una mala imagen de tu padre -.

-Dímelo, por favor, necesito saberlo. Estoy segura que es un mal entendido, no quiero que las personas piensen mal de él, tiene pensado postularse para presidente -.

-Bueno, veras... en el verano, él y dos señores... -.

Y así, la pequeña le relato lo sucedido en el verano, sobre el panfleto y el papel que tomó su padre en él, o al menos lo que ella sabía.

-¡No puede ser! ─Exclamo la de cabello rulado sentándose nuevamente en la banca─ ¿Cómo mi padre pudo hacer algo así? -.

-Perdón si te cayo mal la noticia, preguntaste. ¿Andas sola? -.

-No, ando con mi padre, él fue a revisar unas cosas, vendrá pronto -.

-No odio a tu padre, al contrario de mi hermano y quizás mi padre, ellos son más impulsivos que yo. Recién te conozco, Theodosia, pero podrías hacer a tu padre entrar en razón y que vea que lo que le hizo a mi familia no estuvo bien -.

-Puedes contar conmigo, Angélica. Pero, espero que no sea la ultima vez que nos veamos, eres muy amable y quisiera poder hablar contigo otra vez, ¿Crees que sea correcto si nos volvemos amigas? -.