Insatisfacción [Lams] [Hamliza]

21. La Batalla de Yorktown: el mundo estará al revés.

1781. La Batalla de Yorktown esta por comenzar, los soldados británicos necesitaban descansar tras menguar la campaña de Nathanael Greene. 

19 de Septiembre de 1781, inicia la Batalla de Yorktown.

Alexander se encontraba mirando el horizonte mientras esperaba para ir con sus tropas.

-¡Monsieur Hamilton! ─Lafayette se acercaba hacia el con una gran sonrisa de seguridad.

Alex no tardo en darse la vuelta al escucharlo.

-¡Monsieur Lafayette! ─Le abrazo apenas llego hacia él.

-En el mando, donde debes ─Le daba palmadas en la espalda y se separaron

-Como dices siempre ─Le sonrió con su típico entusiasmo y el francés le alboroto algo el pelo─ Al regrese a la batalla, ha pasado mucho -.

-Inmigrantes ─Sonrió y Alex lo miró.

-El trabajo termino ─Dijeron los dos sintiéndose superiores al mirar la salida del sol.

-¿Qué harás si ganamos? ─Le pregunto Alexander a Lafayette.

-Regresare a Francia, tomare mi tiro y les daré libertad -.

-Estaremos ahí cuando pase -.

-Ve a dirigir el batallón -.

-Nos veremos del otro lado ─Se dio la vuelta para irse, Lafayette hacia lo mismo.

-Hasta que nos veamos otra vez -.

Alexander se acerco a sus hombres con entusiasmo y determinación en sus ojos. Era momento de la batalla.

¡No dejare mi oportunidad!

Todos sus hombres estaban reunidos, Washington lo dejo a cargo de tres batallones. Subiendo a su caballo seguido de sus soldados, partió hacia Yorktown. La misión: luchar junto a tropas francesas para robar los Reductos de los británicos, quitandoles así sus ventajas.

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Llegaron todos a Yorktown, pronto anochecería y necesitaban planear la estrategia para poder avanzar silenciosamente, tomar los Reductos y lograr una victoria.

Alex se encontraba frente a sus hombres, poniendo a trabajar su astuta mente para formular una estrategia y poder hacerse con la victoria. Mirando a sus hombres hablar entre sí, se fijaba en las armas que ellos traía. No tardo demasiado en darse cuenta de un fallo que podría arruinar la operación.

-Descarguen ahora sus armas! ─Ordeno en un grito.

-¡¿Qué?! ─Todos sus hombres lo miraron desconcertados, sin entender lo que planeaba hacer su superior.

-¡La munición de sus armas! ─Aclaro─ Nos moveremos en secreto como si fuéramos uno ─Siguió caminando entre sus hombres, quienes lo miraban aun confundidos─ Durante la noche podremos vivir un día más, no permitamos que un mal disparo nos delate -.

Sus hombres comenzaron a entender, sacando las balas de sus armas y guardándolas como munición. Todos asintieron, con miradas de seguridad, listos todos para ir a atacar.

-Peleemos juntos, aprovechemos el momento, no lo debemos perder. La clave será "Rochambeau", ¿Entienden? ─Aclaro.

-¡Rochambeau! ─Exclamaron sus hombres.

-¡Todos tienes ordenes, ahora vayan, hombres, vayan! ─Ordeno señalando la ciudad.

Todos sus soldados prepararon sus armas y comenzaron a avanzar, Alex iba entre ellos con cautela para no ser detectado. Sería una pelea dura, necesitaba concentrarse.
LLegaron a la base fortificada de los militares, el Reducto numero diez estaba al frente, pero varios soldados se hallaban en su camino.