10 días - Emiliaco

1. La celebración .

Emilio.

Le doy al botón «Detener emisión» y finalizo el live que hice en mi Instagram para celebrar el final de la segunda temporada de mi marido tiene más familia.

- ¡¡No inventes!! - ni yo mismo me creo que hayamos finalizado la temporada. Y menos con todo el éxito que tuvo la historia.

Rápidamente me doy una ducha pues he quedado con los chicos de ir a bailar y celebrar como se debe todo lo que estamos viviendo.

Salgo de la ducha y me suena el móvil.

- ¿Qué pasa?

La música esta tan alta que apenas puedo escuchar la voz de Germán.

- Apúrate cugino, que el lugar donde quedamos esta tomando muy buen ambiente, la fiesta estará de 10.

Me emociono por lo bien que me la voy a pasar con mis amigos esta noche.

Joaquín.

Gonzalo y yo llegamos al lugar, esta lleno de gente que se ríe y se la pasa bien. Yo estoy un poco nervioso, tengo unas ganas de celebrar, acabamos de finalizar el proyecto mas importante de mi carrera, estas ganas de festejar no me las quita ni Dios.

Estoy tomando mi refresco, cuando oigo que Germán se levanta.

- ¡Por fin llegaste Aristóteles! – Que sigan usando el nombre de nuestros personaje en lugar del real, me hace sonreír.

Yo volteo y lo miro, y sin pensármelo dos veces me paro y le doy un abrazo. Emilio se queda sorprendido, pero noto como me aprieta fuerte y pone su cabeza en mi hombro como lo hacia antes.

«Se me corta la respiración, el lazo que he formado con este chico es tan fuerte, que me da un poco de pena saber que ya no pasare tanto tiempo con él.»

- Aquí vamos de nuevo, Dejen de darse amor, ya no estamos grabando chicos, aquí no son aristemo. – se burla Gonzalo.

Emilio se incomoda y me suelta enseguida. Yo solo me rió nervioso y le pego un puñetazo en el brazo al hermano postizo más imprudente que conozco. Pedimos otra ronda de bebidas. Una hora más tarde se nos une Azul, nikolas y Jade, y hacemos lo habitual, reírnos de tonterías y pasarla bien.

De repente me suena el móvil, veo el identificador de llamadas y es Renata. Yo solo frunzo el ceño, no es de las que suele llamarme cuando salgo por mi cuenta.

- ¿Qué pasa? - Respondo.

- Mmm, perdón por llamarte, estoy un poco nerviosa, tonterías mías, ya sabes ¿Como te la estas pasando? - Su voz suena baja, como si se estuviera muriendo de vergüenza por haberme llamado.

Yo trato de tranquilizarla.

- Estamos aquí bebiendo todos juntos, en unas horas en cuanto llegue a casa te llamo.

- Esta bien, pásala bien, te amo - dice de repente.

Alzo la mirada y noto como Emilio me mira sin perder detalle.

- Oki - y cuelgo.

No puedo decirle que la amo teniéndolo a él enfrente, se me hace super incomodo. Le dije tantas veces en la novela que lo amo, que es raro que me escuche decírselo a alguien mas.

Emilio.

Lo bueno de salir con amigos que son mayores de edad es que pueden conseguir alcohol sin problema. Debo de empezar a controlarme porque siento que la fiesta se me esta subiendo un poco a la cabeza. Oigo que a Joaco le suena el teléfono y no puedo evitar mirarlo en todo momento.